Felipe García deja la Vicaría de Talavera tras 18 años

Leticia G. Colao
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García Díaz-Guerra continuará con «atención exclusiva» a la Virgen del Prado como Rector de la Basílica y ahora también director titular de la Fundación Madre de la Esperanza.

Felipe García deja la Vicaría de Talavera tras 18 años

Felipe García Díaz-Guerra se despide estos días de una etapa muy productiva tras 18 años como Vicario Episcopal de Talavera. Desde 2003, el también Rector de la Basílica de Nuestra Señora delPrado, ha compaginado ambos cargos después de que así le nombrara el Arzobispo de Toledo Antonio Cañizares, cargos que después confirmó Braulio Rodríguez en dos ocasiones, y una primera etapa con el nuevo arzobispo Francisco Cerro.

Tras ceder el testigo a Juan María Pérez-Mosso Hommel, que ayer mismo tomó posesión en Toledo como nuevo Vicario Territorial de Talavera, Felipe García seguirá como Rector de la Basílica con una «atención exclusiva» a la patrona talaverana. «Para mí es una alegría poder dedicar más atención al santuario, a la Basílica de Nuestra Señora delPrado y a las labores como director titular de la Fundación Madre de la Esperanza, trabajar de una manera más estrecha», explica a La Tribuna.

El ya exvicario confirma el «buen criterio» del Arzobispo de Toledo a la hora de renovar el Consejo Episcopal, con la entrada de «savia nueva» para labores satisfactorias pero complicadas en un territorio muy extenso.

El balance de este tiempo, asegura, es de «mucha alegría» por el trabajo realizado, «también consciente de mis limitaciones y de cosas que se han quedado por lanzar». No obstante, «en mi conciencia queda que he trabajado todo lo que he podido, sobre todo por tender puentes a la sociedad talaverana, hacer presente a la vida de la iglesia en estos momentos nada fáciles, y tratar de coordinar la acción pastoral de acuerdo con las directrices del obispo, un trabajo muy estrecho con los sacerdotes, no solo de la ciudad sino de toda la vicaría, que es muy extensa». Y es que esta vicaría talaverana agrupa un total de 10 arciprestazgos, más de 100 sacerdotes y 82 parroquias.

En definitiva, un tiempo muy positivo; no obstante, García asegura que los dedicados a este servicio y a Talavera han sido «los mejores años de mi vida».

Desde 2003, Felipe García ha desarrollado una labor de colaboración con el obispo, de coordinación también con los 10 arciprestes, de coordinación y contacto para afrontar las dificultades de todos los ámbitos, que abarca muchos aspectos. Así, se ha ocupado de asuntos patrimoniales, como el cuidado de los templos, las necesidades de las casas rectorales y de los centros parroquiales, y desde el punto de vista personal la atención a los sacerdotes o coordinación de las distintas áreas pastorales, entre otras.  «Sacar adelante la misión de la iglesia en este territorio, con un trabajo de mucha comunicación y con muchas instituciones», resume.

Entre los principales retos a los que se ha enfrentado, los problemas endémicos de esta zona de la provincia muy marcada por la evolución demográfica, económica y social, más aún en los pueblos. En ellos, es más que evidente el crecimiento de la conocida como España Vaciada, «con falta de familias, de niños... y eso afecta también a la vida de las parroquias». Talavera, que concentra la mayor parte de la población, «también se ha visto golpeada fuertemente por la crisis y eso perjudica a todos los ámbitos, también a la atención religiosa y pastoral».

Aquí radica uno de los grandes problemas a los que se enfrenta  ahora la Iglesia en Talavera y en la Vicaría Territorial, que vive un «cierto pesimismo y desesperanza y necesita un horizonte».