El grupo de distribución Dia registró en 2018 unas pérdidas por valor de 352,6 millones de euros, en contraste con los 101 millones de beneficio que declaró un año antes, por lo que, según anunció la compañía, prevé iniciar un proceso de despido colectivo en España que afectará a un máximo de 2.100 trabajadores de su plantilla.

La cadena de supermercados informó a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) de su crítica situación, que se agravó en el último trimestre del año pasado después de empeorar sus previsiones para el cierre del ejercicio y de encontrar errores en sus cuentas de 2017, lo que derivó en su hundimiento en Bolsa.

La cifra de negocios de 2018 reflejó una caída de la facturación neta de 1.000 millones, hasta los 7.288,8 millones de euros, mientras que su Ebitda ajustado se contrajo un 35%, hasta los 337,9 millones. El grupo alimentario, además, acabó el año en situación de «causa de disolución» -tal y como ya había anunciado- con un patrimonio neto negativo en 166 millones de euros, frente a los 257,3 millones positivos de un año antes.

De la caída de las ventas, la mayor parte se produjo en España -su mercado más importante-, con una reducción de 161 millones de euros respecto a 2017, por encima de los cerca de 35 millones de bajada registrados en Portugal. Además, también hubo un impacto negativo por los tipos de cambio en Argentina y Brasil.

A nivel global, las ventas brutas bajo enseña (resultado de la suma de lo facturado en supermercados propios y franquiciados sin descontar IVA y otros impuestos indirectos) acabaron el ejercicio en los 9.390 millones de euros, un 14,9% por debajo del dato de 2017.

La deuda neta, por su parte, se disparó más de un 50%, al pasar de 945 a 1.451 millones de euros.

Desde la firma de distribución avanzaron que iniciarán en España un proceso de despido colectivo que afectará «a un máximo de 2.100 contratos de trabajo» -su plantilla en el país ronda los 26.000 empleados-, según subrayó la compañía en el marco de su presentación de resultados anual. 

En este contexto, la multinacional comunicó que revisará su red de tiendas y cerrará o venderá aquellas que no sean rentables. En concreto, el consejero delegado de la compañía, Borja de la Cierva, indicó a los analistas que tiene intención de revisar su red de establecimientos comerciales para detectar los que son viables, mientras que se procederá al cierre, traspaso o ventas el resto, sin concretar la cuantía definitiva. 

Desde CCOO, reiteraron que los trabajadores «no son responsables de la mala gestión» de la compañía y calificó de «desproporcionado» el expediente de regulación de empleo (ERE) que afectará a demasiados empleados en España. 

Por otra parte, el Grupo Dia denunció ante la fiscalía las prácticas contables irregulares detectadas en las cuentas de la compañía en 2017 tras haber finalizado su auditoría. 

La cadena ha llevado a cabo en los últimos meses una investigación para esclarecer determinados ajustes contables en sus cuentas para exigir responsabilidades y máxima transparencia de lo ocurrido a determinados empleados y directivos, incluyendo algunos miembros de la alta dirección como los exconsejeros Ricardo Currás y Antonio Coto. 

La investigación en España está completada, mientras que en el caso de Brasil aún no ha finalizado.