Las ciudades turísticas buscan una oferta anti pandemia

LT
-

Para contrarrestar el «temor por hacer turismo» se opta por «más calidad que cantidad», seguridad, limpieza, información fiable, flexibilidad para cancelar o modificar reservas

Las ciudades turísticas buscan una oferta anti pandemia - Foto: David Pérez

Toledo capital ha iniciado el proceso de adhesión a la Red de Destinos Turísticos Inteligentes (presidida por la Secretaría de Estado de Turismo) que acaba de editar una guía con medidas dirigidas a crear una oferta a la medida de las necesidades que provoca la covid-19.

La premisa es «entender» que «la demanda», en este «nuevo contexto», busca «más calidad que cantidad» y que solo puede tener éxito aquello que venga acompañado de seguridad, limpieza e información concreta y fiable para saber a qué atenerse en cada momento. También es importante la flexibilidad que facilite al visitante «cancelar o modificar reservas en caso de cambios inesperados o ajenos a su voluntad».

Hay mucho en juego si se piensa que el turismo aporta (o aportaba hasta ahora) el 20% del PIB de la ciudad y el 12% del empleo. Además trasciende las fronteras desde el momento que Toledo capital es con diferencia la puerta de entrada de mayor importancia para el resto de  Castilla-La Mancha (donde el sector supone un 9 % del empleo directo y aporta al PIB el 7,5 %).

Los datos hacen más preocupantes, si cabe, dos reflexiones con las que arranca la guía de la Red de Destinos Inteligentes: «El turista ha cambiado, tiene nuevas necesidades, fobias y temores. Todavía no les conocemos, son impredecibles y desconocidos, son personas diferentes». «Existe miedo a salir de casa, se ha desplomado la confianza y hay temor por hacer turismo».

Por lo tanto el objetivo es romper esa dinámica negativa y ofertar un producto atractivo que anime al turista a hacer la maleta para emprender su viaje.

Para lograrlo, la guía hace muchas recomendaciones entre las que destacan algunas muy concretas y fáciles de poner en práctica. Empezando por «vigilar y luchar contra los abusos hacia los turistas, sobre todo en diferenciación del trato y precio». Que los turistas se puedan dedicar al disfrute con «cero estrés, cero colas y cero aglomeraciones».  

Se recomienda obtener certificaciones de limpieza, utilizar sistemas de gestión de multitudes, facilitar el acceso a fuentes de referencia sobre normativas y restricciones, traducción automática de las informaciones sanitarias y las medidas de seguridad. Mantener limpios, desinfectados y seguros los espacios públicos, transportes, instalaciones, mobiliario urbano, establecimientos…

Focalizar el mensaje (claro y conciso) en la seguridad y confianza sobre las medidas de seguridad del destino. (por ejemplo, ofrecer información sobre la calidad del aire en función de patologías)

Utilizar tecnología que exija el mínimo contacto físico. Eliminar lo táctil e invertir en sensores de movimiento, activación por voz, escáneres e inteligencia artificial. En este sentido el distintivo ‘Responsible Tourism’  reconoce a los establecimientos  que hacen un esfuerzo por crear un entorno seguro no solo para los turistas sino para sus propios trabajadores.

impuestos locales. A los ayuntamientos se les conmina a la revisión de impuestos, tasas y normas de competencia municipal que afectan al consumo de servicios turísticos. También a generar ingresos fiscales de los turistas que cubran el impacto de su visita pero sin pasarse, es decir, adecuando el impacto al gasto.

«La previsión y organización presupuestaria que se había planteado ha saltado por los aires, es necesario partir de cero, pensar en una nueva realidad con un nuevo presupuesto que cubra nuevas necesidades. Reservar inversión para la adaptación de las infraestructuras y los sistemas de seguridad necesarios para la nueva realidad».

La guía apuesta por la colaboración público-público y público-privada en el desarrollo de productos, servicios, actuaciones, así como en el uso de nuevos canales digitales para atender al turista (WhatsApp, Telegram, Chatbots, Redes Sociales, videoconferencias). Otra sugerencia es promover bonos o vales prepago, campañas de servicios y productos y combinar el turismo con la restauración, el alojamiento y el comercio local.