Las persistentes lluvias caídas a lo largo de la tarde de ayer provocaron que volvieran a repetirse escenas similares a las de hace ahora quince días. Así los bomberos municipales tuvieron que desplazarse a la calle de la Torre situada en el barrio de Azucaica a realizar achiques de agua. No fue el único barrio afectado. También el Casco histórico. Concretamente la calle Bajada del Barco volvió a convertirse en un torrente . La fuerza del agua volvió arrancar el canto rodado de una vía que ya sufrió importantes desperfectos tras el paso de la ‘gota fría’ por Toledo los pasados 31 de agosto y 1 de septiembre y que está siendo reparada de urgencia por el Ayuntamiento de Toledo al tratarse de una de las principales vías de acceso al Casco histórico.

Asimismo, los efectivos del parque municipal tuvieron que acudir a solventar una balsa de agua en la ronda de Juanelo, junto al puente de Alcántara.