El mayor envío de fármacos a Venezuela

J. M.
-

Un vecino de El Real de San Vicente encabeza las partidas de medicamentos al país sudamericano para aliviar la carestía de sanidad. Ha enviado 200 kilos en dos años

El mayor envío de fármacos a venezuela

Venezuela trepa casi a diario a la actualidad política y social de los medios de comunicación españoles. A unos 9.000 kilómetros de distancia, los lazos con este país sudamericano siguen entretejidos como evidencia del contacto recíproco entre los habitantes de uno y otro país. La urgencia de la demanda de medicamentos ha movilizado a muchos voluntarios, entre los que sobresale en la provincia Carlos Carretero, un vecino de El Real de San Vicente que vive a caballo entre esta localidad y Madrid y capitanea la recogida de unidades para aliviar la carestía de los hospitales venezolanos. El pasado día 27, envió un paquete de unos 30 kilos de fármacos, el mayor entre los 200 kilos destinados en los dos últimos años, tal y como subraya a este diario.

El cantante Carlos Baute encabezó hace unos días un concierto con el propósito de recoger donaciones de medicamentos, como ejemplo del movimiento en España para paliar las necesidades de los venezolanos al otro lado del Atlántico. Carlos Carretero remite por iniciativa propia los fármacos a través de médicos de la capital, Caracas.

«El Real siempre está presente en temas solidarios dando ejemplo, un poco aquí puede significar muchísimo allí», destacaba hace unos días el alcalde, Jorge Martín, sobre la entrega de los realeños a esta y a otras causas. Se refería también a la realización de donativos económicos para favorecer los envíos que se ejecutan mediante una empresa en concreto. Con este dinero, se financian los gastos de transporte de los paquetes.

Carlos Carretero, de 63 años, logró hace meses que el Ayuntamiento de El Real de San Vicente colocara un bidón donde los vecinos puedan depositar los medicamentos. Y también hizo lo propio en otros lugares de la Sierra de San Vicente como una farmacia de Castillo de Bayuela y otra de Pelahustán. Periódicamente, aproximadamente cada 15 días, despacha paquetes con destino a Venezuela desde hace unos dos años. «No queremos hacer grandes envíos para no llamar la atención del régimen», afirma en referencia al gobierno de Nicolás Maduro.

De esta manera, los envíos llegan a domicilios particulares para ser introducidos paulatinamente en los hospitales de Caracas, previo paso por las aduanas. Unas amigas venezolanas le comentaron hace dos años la grave situación de medicamentos del país y se animó a encauzar los paquetes. En este sentido, desliga estas donaciones de cualquier ideal político y lo limita a las necesidades de los pacientes.

Ahora, prima el envío el antibióticos, por ejemplo, a residencias de ancianos o medicamentos contra el cáncer. «Por mis manos no pasa ni un euro», subraya porque todo se gestiona desde la empresa de transporte, que recibe las donaciones para costear los gastos.

Las fotos del personal médico constatan que los medicamentos llegan a su destino para aliviar la carestía médica de Venezuela.