El CD Illescas cayó derrotado en Almansa en un partido en el que lo hizo casi todo bien, pero en el que le faltó lo más importante: puntería en el remate. El equipo de Javi Meléndez no encontró un premio del gol que, sobre todo en la primera mitad, mereció.

El conjunto toledano salió valiente y decidido a sumar tres puntos que podían ser de oro frente a un rival directo como el Almansa de Pedro Arenas. En la primera parte, el cuadro illescano tuvo ocasiones de todos los colores para haberse adelantado en el luminoso.

Llevó la iniciativa del partido e hizo sufrir de lo lindo a un conjunto local que aguantó como pudo el chaparrón que le cayó encima, provocado por un cuadro visitante que salió en tromba y en busca descarada de los tres puntos. En la segunda parte los locales, mejor posicionados, consiguieron frenar el ímpetu de un Illescas que siguió mandando, pero que también siguió sin gol.

El primer tiempo comenzó con los habituales minutos de tanteo, pero poco a poco los pupilos de Meléndez fueron tomando las riendas del partido y generando ocasiones más o menos claras. La posesión fue para los visitantes y las mejores llegadas también, pero los delanteros del bloque toledano tuvieron el punto de mira desviado y no terminaron de atinar con el marco defendido por un joven Chema Navarro que resolvió bien cuando los remates visitantes llevaron camino de la portería.

En la segunda mitad, los jugadores del Illescas siguieron dominando el encuentro, teniendo la pelota y llegando más a las inmediaciones del área local, pero el Almansa se posicionó mucho mejor en el terreno de juego y las ocasiones ya no fueron tan claras como en el primer período.

Con el paso de los minutos, el cansancio fue apareciendo en los jugadores de Javi Meléndez y el equipo azulón lo aprovechó para estirar líneas. En el tramo final, llegaron los dos zarpazos almanseños en forma de goles. El primero, en el minuto 80, al transformar Marcos Bautista un penalti sobre Pascu; y el segundo en el 88 después de una buena jugada individual del propio Pascu que terminó rematando a la red.