La Catedral tendrá cámaras y alarmas en la obra de la torre

M.G
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El arquitecto conservador asegura que la instalación de medidas de seguridad no guarda relación con el incendio de Notre Dame. La restauración podría durar un año en vez de siete meses

La Catedral tendrá cámaras y alarmas en la obra de la torre - Foto: Yolanda Lancha

La Catedral de Toledo ultima los preparativos para afrontar la restauración de la torre, una obra significativa que exige la instalación de un andamio que alcanzará los 50 metros de altura y una serie de medidas de seguridad que garanticen una buena rehabilitación y eviten riesgos y posibles deterioros en un monumento de tanto valor patrimonial. Para ello, se cumplirán a rajatabla las normas de seguridad y se instalarán cámaras y alarmas «por seguridad». En este caso, el arquitecto conservador del templo, Jaime Castañón, subraya que estas medidas no guardan relación con el reciente incendio de la Catedral de Notre Dame y da a entender que este tipo de intervenciones están sujetas a estos protocolos de seguridad.

Además, el arquitecto considera poco probable que pueda producirse un incendio, ya que «la torre tiene muy poca carga de fuego porque casi todo es piedra». En cualquier caso, las obras de restauración seguirán un estricto protocolo que comenzará con la revisión del estado de la torre para detectar si hay alguna deficiencia más de las que se evaluaron tras la caída de la piedra a la vía pública recientemente. En este sentido, el deán de la Catedral, Juan Miguel Ferrer, ha comentado en más de una ocasión que las inspecciones han confirmado que no existe «un peligro inmediato», pero la restauración permitirá mantener la torre en perfecto estado.

De momento, la Catedral, que afrontará la obra, valorada en 881.162 euros, con fondos propios reservados a posibles restauraciones, se encuentra a la espera de que el Ayuntamiento conceda la licencia de ocupación de vía pública para comenzar con la instalación del andamio, un montaje que se alargará durante dos o tres semanas porque ocupará las cuatro caras de la torre para que los veinte personas puedan trabajar de manera simultánea a la misma altura.

Ni el deán ni el arquitecto conservador pueden avanzar una fecha precisa de inicio de las obras, ya que depende de este trámite administrativo, pero ambos reconocen que el Ayuntamiento no tardará mucho porque así se lo ha trasladado el equipo de Gobierno. En relación a la obra, el andamio exige ocupar parte de la vía pública, pero no entorpecerá el funcionamiento diario de la calle.

Si bien, el deán no descarta que la licencia se emita antes de la celebración del Corpus y haya que iniciar el montaje del andamio en estas fechas porque la operación comenzará uno o dos días después de recibir el escrito. Una posibilidad que tampoco ocasionaría problemas ni afectaría a la seguridad.

los plazos. La obra tenía previsto una duración de siete meses, puesto que la autorización de Patrimonio de la Junta para esta intervención caduca el 31 de diciembre. Sin embargo, el deán explicó ayer que la intervención está prevista para un año, «un poco más o un poco menos» porque la duración exacta se irá viendo a lo largo de los meses conforme «a las dificultades» técnicas que puedan encontrarse.

El planning de la obra exige el repaso general del estado de la torre pese a que se conozca que los defectos se encuentran en las cornisas. A continuación, se realizará una limpieza general, se repararán los elementos más deteriorados y se aplicará el tratamiento de consolidación que corresponda para proteger la torre y garantizar su conservación durante un largo periodo de tiempo.