Una cálida romería a la cabeza en Toledo

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La Hermandad de la Virgen de la Cabeza celebró ayer una intensa jornada que se inició con una misa, unas migas y la procesión hasta el Puente de San Martín

Una cálida romería a la cabeza en Toledo - Foto: Yolanda Redondo

Una cálida jornada, tanto por la temperatura como por la participación en la romería de la Virgen de la Cabeza, una tradición arraigada que año tras año ilusiona, encabeza la temporada de romerías en la ciudad y sirve de encuentro vecinal y de entrega. Y ayer se sumó también un espléndido sol que muchos no podían creerse porque en la mayoría de las ocasiones esta cita en el calendario suele desarrollarse en días más desapacibles.

La procesión comenzó puntual, a las 19 horas. Los presentes acompañaron a la Virgen de la Cabeza en su recorrido hasta el Puente de San Martín y a los ocho costaleros que llevan las andas del paso parando cuando corresponde para los rezos. El cortejo procesional no fue muy extenso, pero se completó con el público que se dejó ver en la calle para despedir a la Virgen de la Cabeza hasta su próxima romería tras una intensa jornada que comenzó a las 11 de la mañana en una ermita abarrotada.

La Hermandad de la Virgen de la Cabeza contó en la misa con la participación de la rondalla ‘San José Obrero’ del Polígono. A la ceremonia asistió la alcaldesa de la ciudad, Milagros Tolón, que no suele perderse esta romería. En esta ocasión, volvió a reafirmar el respaldo del Ayuntamiento a las costumbres y tradiciones de la ciudad y compartió un buen rato de charla con los miembros de la hermandad y otros muchos toledanos que se apuntaron al evento religioso.

A la alcaldesa le acompañó el portavoz del Ayuntamiento, José Pablo Sabrido, que horas después formó parte del cortejo procesional,  y varios miembros de la Corporación Municipal. Tampoco faltó la candidata del Grupo Municipal Popular a la Alcaldía, Claudia Alonso.

migas. Este plato no falta en la romerías, como ocurre también con el porrón y las rosquillas, un perfecto maridaje para pasar una mañana de domingo. Las roscas también cobraron protagonismo porque la tradición manda que cada miembro de la hermandad se lleve una a casa, aunque este dulce también está al alcance de cualquiera que participe en esta romería tan familiar que este año ha coincidido con las elecciones generales, pero la cita política no restó importancia ni público a una romería de las de toda la vida.