Palencia promete «batirse el cobre con las administraciones»

L.T.
-

El recién reelegido presidente de los hosteleros tiene como primer objetivo ayudar a superar este trance consiguiendo más ayudas directas

Palencia promete «batirse el cobre con las administraciones» - Foto: David Pérez

La Asamblea General extraordinaria de la Asociación de Hostelería y Turismo de la Provincia de Toledo proclamó ayer presidente, por segundo mandato consecutivo, a Tomás Palencia que en esta cita electoral no ha tenido rivales.

Viene «con un equipo renovado y más numeroso, con incorporaciones al nuevo Comité Ejecutivo» y sus miras están puestas en seguir «consolidando a la organización que trabaja y lucha por el sector desde hace 44 años».

Precisamente subraya que el último año lo han encarado «con muchísimo más ímpetu» por la obligación de enfrentarse a las consecuencias de la pandemia.

Explica que su labor ha consistido en ir dando información a los socios sobre todas las normas que han ido saliendo y los cambios que repercuten sobre su actividad diaria, en especial por las restricciones contra la movilidad, contra las aglomeraciones y hacia los horarios de cierre.

Para el nuevo mandato el primer objetivo es «superar la pandemia, informar al socio, luchar por lo que necesitan», en primer lugar e inmediato por las ayudas directas y en ese aspecto promete «batirse el cobre con las administraciones» y reivindicar ante todas ellas más ayudas porque lo que ha venido «no es suficiente para sobrevivir».

Además, la AHT pretende aumentar la formación de sus asociados y sacar la asociación a la provincia dando más papel a sus delegados territoriales. En una palabra, Palencia de Lara confía en que sean  «cuatro años fructíferos» aunque quede por delante «un duro trabajo».

muy mala. En cuanto a la actualidad, afirma que la Semana Santa «va a ser muy mala» y aporta como muestra que hay muy pocas reservas de hotel y muchos establecimientos están pensando si abren o no viernes, sábado y domingo.

En la hostelería de Toledo capital se consuelan en los barrios periféricos (Santa Teresa, Polígono, Buenavista, Santa Bárbara…) porque la gente que reside allí se queda (por obligación) y con ese público se aprecia cierta recuperación en los bares y restaurantes.

Pero advierte de que la cosa cambia en el Casco Histórico (o casos como Consuegra en la provincia) donde la perspectiva es mala, no hay turismo, no tienen trabajo, siguen cerrados en gran parte o sin clientes. Tomás Palencia señala que «necesitan reinventarse» para atraer al público local y provincial.

Indica que a causa de esta crisis las cifras de cierre de negocios a nivel nacional giran en el entorno de los cien mil; ademas, hay 1,7 millones de personas trabajando en la hostelería y la pérdida de empleo se habla de hasta un 40%.

En cuanto a la tecnología para controlar los contactos, sospecha que el código QR que quería imponer la Junta de Comunidades va a quedar aparcado. Recuerda que por ahora no es obligatorio y cree que «a no ser que se ponga a nivel nacional, solo en Castilla-La Mancha no va a salir adelante».