Hay veces que en estas páginas nos hacemos eco de eventos taurinos destacados y sobre todo de momentos únicos en la vida de nuestros protagonistas. El día 11 de septiembre David Campos, debuto con picadores. Lo hizo en Casarrubios, cerca de Cedillo del Condado, su pueblo’ y con un cartel cien por cien toledano. Las reses de los vecinos Alfonso y Mariano de León, y los compañeros Ignacio Olmos y Luis Pasero.
Campos es un verso libre, es uno de esos artistas que la vida te da con cuentagotas. Son unos principios, una educación, la humildad, el afán de superación, la sensibilidad y amor por la tauromaquia recogidos en una sola persona. Hemos seguido de cerca su trayectoria, nada fácil, por cierto, que ha tenido sus cotas más altas y las situaciones más desesperantes.
Pero su perseverancia le hizo fraguarse como novillero sin caballos, atípico, pisando cosos donde algunos no lo hacen, dando la cara con todo tipo de astados y siendo siempre positivo, sabiendo que es un camino largo y duro. David no ha querido entrar en competiciones con otros, ni en liderar escalafones. Ha sido un novillero a la vieja usanza, con pellizco, con gusto, con torería y como no con mucho valor.
Era habitual verle en capeas toreando astados descomunales, en plazas como Illescas poniéndole la muleta a toros con trapío para Madrid. La afición de la Sagra le ha tenido aprecio y respeto. Su día llegó en Casarrubios y pese a no haber acompañado a sus compañeros en volandas, dejó en el ruedo su firma personal.
Recibió con el capote a los novillos con torería, estuvo en el ruedo con diligencia, sabiendo los terrenos que pisa, dándole a los astados tiempos y distancias. Dejó en las retinas de los asistentes, eso que sólo se ve de un artista, lo que te llena de verdad y por lo que tienes ganas de volver a verle.
Al final fue un solo trofeo, para que más. Si así nos deja a los aficionados con ganas de verle acartelado en más municipios y ver su evolución errante y bohemia hasta que su inspiración le aguante.
Enhorabuena David, Toledo cuenta con otro novillero con picadores en su larga lista de jóvenes promesas.