La fiebre del oro vuelve a La Jara

J.M.
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Una empresa australiana realiza desde hace unos días unos estudios previos en la Sierra Jaeña. «Imagina lo que puede suponer», apunta el alcalde de La Nava de Ricomalillo

Un rayo de esperanza para la prosperidad de la comarca de la Jara relacionada con una actividad vinculada históricamente a esta parte de la provincia. Una empresa australiana realiza desde hace menos de un mes los estudios previos para la extracción de oro en una mina en la comarca de La Jara, tal y como confirmaron a este diario los alcaldes de La Nava de Ricomalillo y Buenasbodas (Pedanía de Sevilleja de la Jara). El objetivo de estas exploraciones, ejecutadas a más profundidad y decisión que otras catas, busca analizar el contenido del subsuelo en esta zona que fue explotada muchos años atrás para estos fines. «Imagina lo que puede suponer para el Ayuntamiento. Son pueblos que se están muriendo. Imagina lo que puede suponer que sea estable», comentaba el alcalde de La Nava de Ricomalillo, Rufino Muñoz. 

Los dos alcaldes atribuyen a sus respectivos términos municipales la pertenencia de la mina donde está perforando esta empresa australiana. Muñoz resaltó que esta acometida resulta más decidida que otras que se realizaron años atrás para devolver la actividad minera a la comarca de la Jara.

Por su parte, el alcalde de Buenasbodas, Francisco García, indicó que la empresa trabaja en la sierra desde hace menos de un mes y subrayó que, aparte de oro, se puede encontrar otro mineral «muy interesante». De momento, comentó que la actividad no supone trabajo para los vecinos de la comarca de La Jara.

Hace cinco años, la Junta de Comunidades autorizó a otra empresa un plan para investigar las minas en superficie para la extracción de oro en cinco términos municipales: La Nava de Ricomalillo, Sevilleja de la Jara, Belvís de la Jara, Aldeanueva de San Bartolomé y Robledo del Mazo. En este sentido, la actividad minera desapareció en la zona mencionada hace más de medio siglo, concretamente desde 1940, según apuntó el alcalde Buenasbodas.

«Fueron las minas de mayor producción aurífera de la península durante el siglo XVIII, aunque se tiene constancia de su explotación desde el tiempo de los romanos hasta el pasado siglo. De sus vetas se extraía el oro finísimo con el que se fabricaban durante el siglo XVI las monedas conocidas como ‘doblas jaeñas’», explica al respecto el investigador Miguel Méndez en un artículo. 

El vínculo de la comarca toledana de la Jara con la minería ha dado origen incluso a los nombres de los pueblos, como la propia La Nava de Ricomalillo, que procede de la frase ‘Rico oro amarillo’, o Minas de Santa Quiteria, pedanía de Sevilleja de la Jara, cuyo topónimo se debe a la explotación de una mina de plomo en las cercanías de una vieja aldea.