La región apuesta por los productos artesanos

C.S.Rubio
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La Consejería de Agricultura quiere reformar la ley de Calidad Agroalimentaria de 2007 con el objetivo de dar un mayor respaldo legal a este tipo de productos, cada vez más demandados. También se reforzarán los controles de trazabilidad

La región apuesta por los productos artesanos - Foto: ï»VÁ­ctor Ballesteros

La Consejería de Agricultura tiene en cartera reformar la ley de Calidad Agroalimentaria de Castilla-La Mancha, vigente desde 2007. De momento, acaba de sacar a consulta pública previa un primer esquema, donde se insiste en la necesidad de ser más contundente en las sanciones,  ante el riesgo de la aparición de nuevas prácticas desleales, que pueden derivar en un aumento de los casos de fraude.

Asimismo, se quiere aprovechar esta reforma para subsanar los actuales defectos en la regulación de las marcas autonómicas, que ya han sido objeto de dictamen negativo por parte de la Comisión Europea, y para clarificar cómo se gestionan las figuras de calidad, que en estos momentos adolecen de un desarrollo insuficiente, según reconoce el propio Gobierno regional.

En concreto, la normativa vigente no contempla determinados grupos de productos con derecho a gozar de protección a nivel comunitario. Básicamente, se trata de productos de origen agrario no destinados a ser ingeridos por los seres humanos o para su uso en alimentación animal.  Y tampoco se contempla el término  ‘producto de montaña’, a pesar de estar recogidos en la normativa comunitaria de aplicación directa.

Pero quizá lo más novedoso sea la apuesta por dar respaldo legal a los alimentos artesanos, ante la creciente demanda de los consumidores.

No hay que olvidar tampoco que esta potenciaciación de la figura del ‘alimento artesano’ ha sido una de las demandas trasladadas por muchos productores dentro de la comisión de despoblación, celebrada en las Cortes regionales recientemente. Un foro donde se puso el acento en la necesidad de dotar a estos productos 'caseros' de un marco normativo propio, ya que en la mayoría de las ocasiones es imposible ajustar este tipo de elaborados dentro de las normas exigidas a la industria agroalimentaria.

Además, se quiere hacer hincapié en la preservación y revalorización del patrimonio genético, social, cultural, monumental y gastronómico asociado a los productos agroalimentarios de Castilla-La Mancha. Con especial atención a  los pequeños productores y a aquellos operadores que desarrollen actividades en el marco de la ya citada artesanía alimentaria, o a través de circuitos cortos de comercialización y de venta directa.

Como reconoce la Junta en su propuesta de reforma, «el reconocimiento de figuras de calidad diferenciada tiene como último fin contribuir al desarrollo rural a través del incremento del valor añadido que reciben las y los productores, buscando que este hecho tenga efecto fijador de población en las zonas geográficas vinculadas». Y es que, «se ha podido comprobar el papel de fijador de población que desempeñan los pequeños productores, que por lo general mantienen una fuerte relación de arraigo con su entorno, pero que frecuentemente se enfrentan en inferioridad de condiciones al resto de operadores».

Además, se va aprovechar esta reforma para incentivar la presencia de productos de calidad diferenciada en el canal HORECA, es decir, en hoteles, restaurantes y cafeterías.  Agricultura reconoce como productos de calidad aquellos amparados por indicaciones geográficas, producción ecológica, y aquellas otras figuras de calidad que tengan un reconocimiento oficial, en base a características como podría ser la de sostenibilidad. Y se prevé también la creación de medidas que favorezcan las iniciativas de colaboración e interacción entre los operadores agroalimentarios, con la finalidad de ampliar el mercado de los productos de calidad diferenciada.

Pero volviendo al control de la calidad, la propuesta que ha puesto sobre la mesa la Junta de Comunidades plantea reforzar el papel de la inspección e introduce las nuevas tecnologías en el seguimiento de los registros de trazabilidad.

En esta línea, también se contempla un mayor control del etiquetado, una cuestión muy demanda por organizaciones agrarias como Asaja. En concreto, se pretende impulsar un etiquetado más claro, dirigido a dar satisfacción a las demandas de los consumidores en lo que al origen de los alimentos y la composición de los mismos se refiere.   

Sería una manera de evitar posibles fraudes como los denunciados recientemente por la patronal agraria entre los llamados ‘queso de mezcla’. Quesos a los que se les estarían añadiendo aditivos para estandarizarlo, pero que sin incluirlo en la etiqueta y provocando una competencia desleal por los quesos de leche de oveja y cabra, sensiblemente más caros en los lineales de los supermercados que estos quesos fabricados con ‘sueros’.

Por último, cabe destacar que la apuesta de la economía circular también llega a la calidad alimentaria. En este sentido, la propuesta presentada por la Consejería de Agricultura plantea la necesidad de incluir medidas para evitar desperdicios innecesarios. Asimismo, se quiere incluir mejoras en la colaboración publico-privada en las actuaciones de promoción de los productos agroalimentarios de Castilla-La Mancha, tanto dentro como fuera de España.