Los ecologistas 'exhibirán músculo' en la COP25

EFE
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Las organizaciones llegan a la cumbre con el aval del activismo social y grandes demandas y compromisos para los Estados participantes con el objetivo de hacer frente a la emergencia climática

Los ecologistas 'exhibirán músculo' en la COP25 - Foto: Ángel Díaz

Las organizaciones ecologistas llevarán sus demandas a la Cumbre del Clima (COP25) arropadas por un activismo ciudadano robustecido desde la huelga mundial del 27 de septiembre e insatisfecho con los exiguos progresos de la clase política.

Crecer en ambición y no rebajar el nivel de exigencia son las claves de los documentos programáticos que han presentado las ONG con vistas a una cumbre que debe convertirse en "punto de inflexión" en la acción climática como respuesta al "poderoso mensaje" enviado por millones de ciudadanos de todo el mundo.

Un mensaje que se volverá a escuchar el día 6 de diciembre, fecha en la que está convocada la Gran Marcha por el Clima y que las organizaciones conservacionistas esperan que sea multitudinaria y certifique, según Amigos de la Tierra, que cada vez hay más personas insatisfechas con los progresos de la clase política.

Por eso, SEO/BirdLife reclama que Naciones Unidas garantice que la voz de los jóvenes se escuche alto y claro, tanto en las salas de negociación como en otros espacios de la cumbre, y para Greenpeace será fundamental hacer ver que el poder es de la ciudadanía y no de la industria de los combustibles fósiles.

Pero más allá del clamor de la calle, los ecologistas piden al próximo Gobierno de España que exponga al mundo que tiene en su eje principal la lucha contra el cambio climático.

Por eso, además de la exigencia global de que todos adelanten su compromiso de cero emisiones al año 2040 -y no al 2050 como fijó el Acuerdo de París (COP21)- y hagan un mayor esfuerzo en el escenario 2030, en el caso de España este esfuerzo se debe concretar en la reducción del 55 por ciento de sus emisiones con respecto a 1990.

Y recuerdan que los compromisos de reducción presentados hasta la fecha llevan a un aumento de la temperatura del planeta de casi tres grados centígrados, cuando lo deseable sería "cerrar la brecha" en 1,5 grados.

La COP25 será la última conferencia sobre el clima antes de que en 2020 entren en vigor las medidas aprobadas en el Acuerdo de París (COP21) y por tanto, es en esta cumbre donde la Unión Europea "deberá enviar una señal clara de compromiso", indica SEO/BirdLife.

Para Asunción Ruiz, directora ejecutiva de la ONG, "urgen políticas valientes, eficientes, coherentes y basadas en la naturaleza", porque sin ellas el concepto neto cero "deja de tener sentido y la adaptación será casi imposible".

En la misma línea, WWF insta a los países latinoamericanos -que poseen el 20 por ciento de la biodiversidad del mundo- a que lideren la implementación de soluciones climáticas basadas en la naturaleza, codiseñadas con los pueblos indígenas y las comunidades locales.

Para José Luis García, de Greenpeace, es prioritario que los gobiernos avancen en soluciones que aseguren el abastecimiento de los bienes y servicios ambientales que proporcionan los ecosistemas y el mantenimiento de la biodiversidad.

Y todas las ONG destacan la necesidad de que la COP25 garantice la acción en coherencia con la ciencia, porque las evidencias y datos científicos están en el escenario "como anclajes para actuar sin más demora" y "solo podemos mirar al futuro siguiendo sus indicaciones", subraya Asunción Ruiz.

Los ecologistas insisten también en que los principios de justicia climática impregnen todos y cada uno de los pliegos de negociaciones y rechazan algunos de los modelos acordados, como el llamado mercado de emisiones, que, según Héctor de Prado, del área de Justicia Climática de Amigos de la Tierra, "en ningún caso ha probado su utilidad".

José Luis García, responsable del programa de Cambio Climático de Greenpeace España, cree que pensar que el comercio de carbono nos sacará de la crisis climática "es una falsa esperanza" y con este sistema "es casi imposible asegurar que los países tengan integridad ambiental".

Y abogan por garantizar una transición justa del sistema energético, en el que "el paso más inmediato es dejar de quemar carbón" y dar un "volantazo" en el sector del transporte, con la prohibición de la venta de coches de gasóil y gasolina en 2028.