Toda su vida salvando vidas

I.G.Villota
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El Colegio de Médicos homenajea con cariño y agradecimiento a sus veteranos: seis facultativos que llevan más de 60 años colegiados y otros 38 nombrados honoríficos al cumplir 70 años

Los doctores posaron en el patio de la sede de la Institución respaldados por la presidenta, Natividad Laín, la vocal del área senior, Manuela Cavero, y el secretario general, Raúl Calvo. - Foto: Yolanda Redondo

Médicos y médicas con muchos años de profesión a sus espaldas, con muchas experiencias, con muchas discusiones sobre cómo tratar mejor a un paciente, con muchas guardias. Sin duda esta es una de esas profesiones vocaciones, de esas que uno no puede dejar al lado ni cuando se quita la bata blanca y sale del hospital o del centro de salud o el consultorio. Ayer el Colegio Oficial de Médicos de Toledo homenajeó con cariño y reconocimiento a sus veteranos. Lo hizo en un acto celebrado en la sede de la Institución, en el Casco histórico, con una entrega de diplomas e insignias. Los homenajeados fueron seis facultativos que llevan más de una vida colegiados y otros 38 nombrados honoríficos al cumplir 70 años.

En un ambiente afectuoso y festivo, los doctores, aquellos que han dedicado toda una vida a salvar vidas, fueron llegando a la sede y saludándose, recibidos por la presidenta del Colegio, Natividad Laín, el secretario, Raúl Calvo, y la vocal del área senior de la Junta Directiva, la mítica Manuela Cavero, anestesista de profesión, doctora de Cruz Roja y conocida por convivir con el ébola en Sierra Leona.

El acto arrancó con una foto de familia de todos los homenajeados   y después llegaron los discursos, breves, y dirigidos a ensalzar la responsabilidad, profesionalidad y dedicación de los veteranos.

Natividad Laín fue la primera en tomar la palabra para agradecer a los presentes su trabajo. «Habéis dedicado vuestra vida a la vida y habéis compartido vuestro conocimiento. Nosotros somos lo que somos gracias también a vosotros».

«Sois los pilares sanitarios de la sociedad toledana y responsables de su bienestar», continuó la presidenta, quien enfatizó en que el homenaje es modesto, así como los regalos, pero cargados de «reconocimiento y agradecimiento».

Por su parte, Manuel Cavero habló de amor a la profesión, una profesión que siempre les acompaña. «Siempre estaremos al lado de nuestros pacientes», comentó, destacó, conocedora de buena parte de los presentes en la sala. «Sé que en todo momento hemos sabido amar aquello que hacíamos día a día».

Cavero apreció que «nuestra principal suerte estuvo en la elección de esta carrera». «La medicina tiene momentos duros pero no nos aburrimos nunca y siempre estamos en contacto con personas, siempre estamos entregados a lo que creíamos».

La doctora también habló de nostalgia, nostalgia porque «ya no podremos pasar guardias juntos o no podremos discutir sobre cuál es el mejor modo de sacar adelante a  un paciente».

Después llegó la entrega de reconocimientos y después hubo espacio para algunas anécdotas. Larga vida a la medicina.