Medio centenar de brotes al inicio de la vuelta al cole

Agencias
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Galicia decide retrasar al día 23 el inicio del curso para los alumnos de ESO, Bachillerato y FP ante la falta de organización, mientras crecen los confinamientos de las clases por positivos

Medio centenar de brotes al inicio de la vuelta al cole - Foto: Álex Zea

La primera semana de la vuelta al cole termina con más de medio centenar de aulas afectadas por los positivos de alumnos o profesores, aunque siguen siendo casos minoritarios en el conjunto del sistema educativo, mientras Galicia decidió ayer retrasar el inicio del curso para la ESO, Bachillerato y FP.

La Xunta pospone así una semana el arranque hasta el día 23, ante los problemas de los centros para organizar el protocolo por la pandemia. De hecho, directivas de institutos habían decidido posponer ellos mismo el inicio, mientras que otros reclamaban contar con un margen temporal mayor.

Y es que, aunque el director del Centro de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, sostiene que la repercusión de la apertura de los colegios en el incremento de los contagios se verá a finales de la próxima semana, desde que ha arrancado el curso se están sucediendo los aislamientos de varias clases por la COVID-19

Una de esas aulas, según un medio nacional, es la de la Princesa Leonor, en el Colegio Santa María de los Rosales (Madrid), cuya clase deberá confinarse durante 14 días tras un positivo de un compañero.

Por su parte, en el País Vasco 30 centros educativos están afectados «en distinta medida» por la COVID-19 y cuatro de ellos están cerrados. En Valencia, dos aulas de primaria del CEIP Professor Ramiro Jover se encuentran aisladas al haberse registrado tres positivos. Otro ejemplo se puede ver en Paracuellos de Jarama (Madrid), donde permanece cerrada desde el lunes la escuela infantil municipal Soletes por el contagio de una profesora.

Servicio para infantil

Por otra parte, el Ayuntamiento de Madrid señaló ayer que pondrá un profesional a disposición de padres de niños de escuelas infantiles que acrediten tener un trabajo presencial y no tengan alternativa para cuidar al menor cuando éste haga cuarentena por el cierre del centro.

Ante este desconcertante panorama, el presidente cántabro, Miguel Ángel Revilla, afirmó, al igual que lo ha hecho estos días la ministra de Educación, Isabel Celaá, que «los niños tienen que ir a clase sí o sí» y mandó un mensaje de tranquilidad tanto a los más pequeños como a sus familias.

Precisamente, Celaá recordó ayer que la «responsabilidad empieza en casa» y los padres no deben enviar al colegio a un niño con síntomas o que esté pendiente del resultado de una PCR, además de precisar que la función de la escuela «no es la conciliación».