No hay mayor inclusión que tener un empleo

I.G.Villota
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Pili y Cristina tienen síndrome de Down y trabajan desde hace 10 y 4 años como celadoras en el hospital QuirónSalud. Reivindican una oportunidad laboral para las personas con discapacidad

Cristina y Pili recibieron a los ciclistas del desafío 'Pedaleando por la inclusión'. - Foto: Víctor Ballesteros

«Aquí me siento muy bien, me siento útil. Estoy feliz». No se puede decir tanto con tan pocas palabras. Así se siente Cristina. Tiene 30 años y síndrome de Down. Desde hace cuatro trabaja como celadora en el hospital Quirónsalud. «Hago camas, hago los baños, preparo las camas para las altas. Recibo pedidos. Un poco de todo», bromea. Habla con La Tribuna mientras espera, junto a otros compañeros de la asociación Down Toledo, a los participantes en el desafío ‘Pedaleando por la inclusión’.

Cristina confiesa que lo mejor del trabajo es el «compañerismo» en el hospital, así como lo «Agradecidos» que suelen ser los pacientes. Garantiza que es capaz de cumplir con lo que le piden sin problemas, es responsable y comprometida, motivo por el que reivindica una oportunidad laboral para las personas con disacpacidad. «Nos merecemos una oportunidad. Yo las he tenido y necesito seguir trabajando aquí», comenta.

Está acompañada de Pili, compañera en el centro sanitario. Ella lleva una década allí, es una veterana, comenta con una sonrisa entre dientes, y recalca que su objetivo es jubilarse en el hospital. «Me gustaría que todas las personas como yo pudiesen trabajar», sentencia.

Ambas han tenido empleos anteriores aunque reconocen que con el actual se sienten especialmente satisfechas. Cristina en el campus de Toledo de la Universidad de Castilla-La Mancha y anterioremente hizo prácticas en la Academia de Infantería. Por su parte, Pili integraba el taller de serigrafía de Down Toledo, pero reconoce que prefiere trabajar en el hospital.

Ambas contaron su experiencia en uno de los talleres organizados por Quirónsalud Toledo con motivo de la llegada del defío ‘Pedaleando por la inclusión’, una manera de poner cara a la inclusión laboral, fundamental para hablar de la verdadera inclusión de las personas con discapacidad.

Junto a Cristina estuvo en todo momento una de sus mejores amigas, también usuaria de Down Toledo. Ambas comparten un piso tutelado por la asociación en el barrio Polígono. «Estoy orgullosa de mi amiga y del trabajo que hace aquí».