El Gobierno de Castilla-La Mancha ha eliminado la limitación perimetral sobre el territorio autonómico. A partir de la medianoche, cualquier ciudadano de la región podrá salir de la comunidad autónoma en dirección a otros territorios. Además, decae la limitación horaria: ya no habrá toque de queda. Ambas medidas cambian el enfoque sobre las medidas sociosanitarias que se han aplicado desde la irrupción de la segunda ola e intensificado tras el repunte de enero y febrero.

«El virus sigue; no vamos a volver a antes», ha explicado el presidente regional, Emiliano García-Page. Durante una rueda de prensa junto al consejero de Sanidad, Jesús Fernández Sanz, ha proclamado la intención del Ejecutivo de revisar su decreto de medidas «cada siete o cada quince días en función del datos que se vayan conociendo». La esperanza por la menor contagiosidad y los efectos de la vacunación permiten mirar al horizonte con optimismo. «Queremos que no signifiquen una marcha atrás», ha indicado Page.

En clave política, Page ha mostrado su reticencia por la insuficiente coburtura que implica el final del estado de alarma. «Una nueva ola, sería una ola política que a algunos les puede suponer un adiós».

La hostelería, una de las actividades más castigadas por las restricciones a la movilidad, se verá aliviada en el nuevo marco. Las terrazas podrán abrir hasta las 01.00 horas de la madrugada.

El uso de la mascarilla seguirá siendo obligatorio. Los aforos en los ámbitos deportivos, culturales y religiosos crecen. En el ámbito del ocio se podrá abrir al 75% en zonas interiores y al 100% en exteriores. Los comensales se amplían desde las seis hasta los diez personas. La Administración regional sigue recomendando reuniones en domicilios solo de convivientes.

La capacidad en los espectáculos taurinos se expande hasta el 75% de la capacidad de la plaza; también hasta ese porcentaje crecen los mercadillos, los museos o las bibliotecas.

En los velatorios podrá haber 30 personas en interior y 50 en exteriores. Las bodas, bautizos y comuniones se disparan hasta los 250 invitados.

La relajación de las medidas, además, abre la puerta a retomar festejos y fiestas populares. En ese ámbito, el Ejecutivo regional acordará con los municipios y el Gobierno de España las posibilidades al respecto. «Queremos un verano mejor, podemos recuperar una parte sustancial del verano, queremos un verano con un turismo al 75%», ha proclamado Page.