El centenario olivar, como reclamo turístico

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El Ayuntamiento de Garciotum está ejecuntando un proyecto para convertir su olivar en un atractivo turístico y también para acercar a los escolares a la cultura olivarera

El centenario olivar, como reclamo turístico

Aprovechar lo que uno tiene al alcance de la mano es lo que quiere hacer el Ayuntamiento de Garciotum para seguir generando actividad y mantener vivo este pequeño municipio toledano de la Sierra de San Vicente que no llega a los 200 habitantes y que se quiere convertir en un ejemplo de la repoblación del medio rural.  

David Palomares lleva un tiempo trabajando en recuperar un olivar «centenario» de más de 400 olivos que tiene la particularidad de que se ha creado sobre terrenos municipales aunque los olivos pertenecen a decenas de particulares. Para ello, ha tenido que conseguir que todos los implicados reconozcan el valor patrimonial de este olivar y las posibilidades de explotación más allá de la consustancial a la aceituna.

«Temíamos que se iba a perder», explica el alcalde recordando que los propietarios habían abandonado la actividad agraria en este espacio dejando el fruto en el suelo, rastrojos... «Unos por otros, el caso es que nadie hacía nada y el temor a los incendios, que ya se han registrado en alguna ocasión sin mayores daños afortunadamente, hacía presagiar la desaparición de un patrimonio local que tiene muchas posibilidades»,  aventura el alcalde.

Así las cosas, desde el Ayuntamiento han estado actualizando los datos y estableciendo reglamentos respecto a este olivar, con «árboles de más de 300 años», y ha conseguido el compromiso de los particulares de que se «van a hacer cargo de mantener en buen estado sus olivos y el entorno» mientras el Consistorio asume la responsabilidad de mantener el buen estado del terreno en conjunto, para planificar sobre él un parque interpretativo del olivo y la tradición y  la cultura olivarera en el que ya están trabajando y para el que han contado con ayuda de fondos europeos.

Los propietarios recogerán sus olivas y las llevarán a molturar para aprovechar este fruto. «Esta actuación», apunta David Palomares, «va en su propio beneficio porque si recogen el fruto y lo tienen limpio  no hay riesgos y además podemos aprovecharlo para que la gente venga a disfrutar de ello».

«Es un bosque precioso», alienta David Palomares que confía en que esta propuesta turística tenga buena acogida.

De momento ya han colocado 14 paneles informativos en los que además de conocer la historia del olivar de Garciotum se exploran aspectos medioambientales y del proceso de recogida y obtención del aceite.

En este sentido, el alcalde también prevé que este proyecto pueda ser un recurso educativo para los colegios de la zona, o incluso de otras partes de la provincia, organizando talleres con los que acercar a los más pequeños a este cultivo tradicional tan presente en la zona.

En este olivar existe otro reclamo patrimonial en el que el Consistorio está trabajando: el Abrevadero de la Ballena, un importante abrevadero, destaca David Palomares, que tiene la particularidad de que «nunca se seca». Siempre tiene agua, incluso en época de sequía, insiste el alcalde que recuerda que todos los animales de la zona acudían a este abrevadero.

Así pues, se ha recuperado y adecentado la explanada en la que está ubicado donde también está previsto crear un área recreativa con merenderos para que los visitantes puedan descansar.