El 70% de la construcción ya había parado su actividad

lt
-

Ante las dificultades para realizar su labor muchos habían negociado vacaciones con sus trabajadores o tramitado expedientes de regulación temporales

El 70% de la construcción ya había parado su actividad - Foto: victor ballesteros

La Agrupación de Empresarios de la Construcción y Afines (Aeca) de Toledo calcula que entre un 60% y un 70% del sector ya había parado su actividad antes del último decreto del Gobierno que solo permite los servicios esenciales.

David Rodríguez, secretario general de  Aeca afirma que «se veía venir» la prohibición porque desde la primera orden de restricción por estado de alerta, hace quince días, lo que encontraban eran trabajadores con dudas sobre si tenían que ir  o no a su puesto, si iban a tener que mantener las distancias o usar equipos de protección… pero si luego «no hay mascarillas ni para los sanitarios, más complicado es conseguirlo para este sector».

Esa incertidumbre es la que impera ante «una situación nueva para todos; empresas, empleados, servicios de prevención».

Rodríguez explica que la realidad  con la que se han ido chocando estas dos semanas hizo que muchas empresas se plantearan ir rematando lo que podían y echar el cierre, incluso en previsión de falta de suministro de material que les haría imposible continuar, quisieran  o no.

Ahora lo que ocurre es que se materializa «oficialmente» lo que ya la mayoría estaban haciendo o preparando «por medio de vacaciones concedidas de acuerdo con sus trabajadores, con expedientes de regulación temporales o porque la autoridad había parado la obra».

Otro motivo de preocupación es que se trata de una sector laboral que estaba aún saliendo de la crisis anterior -que se llevó por delante a muchos, grandes, medianos y pequeños- de manera que todo es «incertidumbre» sobre el futuro.

«Es una situación tan extraña, tan imprevisible, tan nueva para todos que ni siquiera hay referencias de cómo han remontado otros países; no sabeos si va a durar quince días, un mes o cuánto.  El impacto económico es imprevisible, pero igual que ocurre con la hostelería, el comercio…».

Rodríguez confía en que un vez que la prioridad de gasto en  la sanidad quede superada las administraciones públicas «ponderen recuperar el gasto en obras» y dejen atrás la paralización actual con  el fin de mantener un cierto nivel de actividad en la economía de este sector que da empleo a mucha población.

Dicho eso subraya que son conscientes de que ahora se trata de parar los contagios, de tomar medidas para que se mueva cuanta menos gente mejor. En este sentido entiende que en el decreto hay ambigüedad  sobre los autónomos de la construcción porque habla de confinamiento de los trabajadores por cuenta ajena.

Su opinión es que hay que aplicar la prudencia porque cree que no le van a dejar ir a hacer obras a casa de nadie. Como mucho queda a la interpretación la norma, también por la autoridad encargada de vigilar las calles, que se permita hacer tareas de organización interna a quienes no ponen  en riesgo la salud (de ellos ni de otras personas) porque van a sus naves ellos solos a hacer papeles o inventario, pero desconoce si  eso encaja en el espíritu de la norma.