En Toledo se sabe que se viene la ‘Nocturna’ porque días antes se ve a runners entrenando por los cobertizos. Por la mañana el trazado, que al ir por el Casco roza lo laberíntico, estaba ya marcado con grandes flechas amarillas marcadas con cintas en el suelo, como si guiasen el Camino de Santiago. El día estuvo amenazando lluvia, pero los que la corrieron el año pasado sabían que en la Nocturna nadie te asegura que no te vayas a mojar.
A las 20:30 ha arrancado la carrera de 8 kilómetros desde el Puente de Azarquiel con un invitado de honor: el maratoniano Martín Fiz que fue campeón del mundo en Goteborg. Desde la Plaza de Toros salen los que hacen la carrera de 5 kilómetros. En total, 4.000 corredores se sumaron a una fiesta con doce puntos musicales y mucha animación en las aceras. Cualquier aliento es necesario para superar cuestas como las de Gerardo Lobo o la Calle Real.
Pero además de bonita y animada, la Nocturna es solidaria. Un año más lo recaudado irá a la investigación de la enfermedad rara Niemann Pick.