El Cristo de Medinaceli cumplirá mañana con la tradición del primer viernes de marzo y lo hará adecuándose a las restricciones sanitarias con todas las medidas de seguridad. Para ello, la imagen saldrá a las puertas de la iglesia de las Madres Bernardas para ayudar a la visita de los fieles y hacerlo al aire libre, evitando riesgos de contagio por el Covid.

Será la primera vez que el Cristo sale al exterior en una jornada como esta, en la que miles de fieles acuden, siguiendo la tradición, a pedir protección y amparo. En este caso también habrá otra novedad, ya que lógicamente, se suspende el besapié.

Curiosamente, y aunque aún no había sido decretada oficialmente la pandemia ni el Estado de Alarma por el Gobierno, ya el año pasado el Cristo de Medinaceli se celebró con las primeras restricciones ante la existencia de los primeros casos de Covid en el país, cancelando igualmente el besapié. En 2020, la imagen del Cristo permaneció en el interior del templo, a una cierta distancia de los fieles, en su ubicación habitual, y con un banco por delante que impedía que se le tocara.

Los actos se iniciarán temprano, con la tradicional Misa en honor al Cristo de Medinaceli, a las 8,30 horas en la iglesia de las Madres Bernardas, en la plaza de San Pedro.

Tras esto, se cerrará el templo para preparar la imagen para su veneración, ya en el exterior, a partir de las 9,30 y hasta las 20,30 horas. La imagen se presentará ante los devotos pero no podrá ser tocada ni besada.

Desde el templo animan a acompañar a Jesús de Medinaceli y rezarle «en un día tan señalado», confiando en que las visitas puedan producirse de forma continuada pero con la suficiente distancia y medidas higiénico-sanitarias para que los fieles no corran ningún riesgo.