Las secuelas Covid comienzan a notarse ahora en personas TEA

Leticia G. Colao
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Desde TEA Talavera dicen que se encuentran más «alterados» por la falta de rutina y la anómala situación.

Las secuelas Covid comienzan a notarse ahora en personas TEA - Foto: L.G.C.

La situación provocada por la pandemia del Covid, la incertidumbre y los cambios de rutinas ha afectado a la salud mental de muchas personas, también a las que presentan un Trastorno del Espectro Autista (TEA). Desde TEA Talavera confirman que cada persona es diferente, pero sí reconocen que los peores momentos no se vivieron tanto durante el confinamiento domiciliario sino que las secuelas «han venido ahora».

La presidenta de la asociación en la ciudad, Vanesa Villalba, confirma a La Tribuna que es en estos tiempos, cuando ya ha pasado un  año desde el inicio de la pandemia, cuando las personas con TEAestán sufriendo más las consecuencias, «mucho más alterados».

La complicada y anómala situación actual supone un cambio en la rutina habitual de las personas con Espectro del Autismo, además de implicar otro tipo de novedades que no siempre son capaces de tolerar y asimilar positivamente. Habitualmente, requieren de una rutina estable y de una anticipación, algo completamente imposible ante los continuos cambios producidos en una realidad incierta como esta.

El confinamiento no les afectó finalmente tanto como pensaban. Villalba indica que en un primer momento no se podía salir de casa, como cualquier otro ciudadano, pero  después se trabajó desde la Confederación de Autismo y la Federación España «para que pudieran salir porque había chicos que lo necesitaban, también dependiendo mucho de las características de su vivienda, y consiguieron el privilegio de poder salir» al menos a dar un paseo al aire libre. No obstante, no todos lo utilizaron, ya que como en el caso de la presidenta de TEA Talavera, «ni lo pedía ni veíamos que lo necesitase, y cuando volvía, venía peor porque veía la calle rara».

Para ellos la nueva normalidad «es más nueva aún, es más difícil aún de comprender», y les cuesta asimilar un no por respuesta a la mayor parte de las actividades habituales de su vida antes del Covid. Por ello, recuerda que ahora viven más alterados, algo general a todas las personas con enfermedades mentales y que también está llegando a la ciudadanía que no las sufren, pero que se ven afectados por la conocida como ‘fatiga pandémica’.

Este tipo de realidad, consecuencias de un año de pandemia mundial y especialmente la incertidumbre de no saber su final, puede generar ansiedad y una sensación de descontrol. «El no saber cuándo acaba esto, a ellos les gusta mucho saber cuándo empieza y acaba algo, y no les puedes dar una fecha de cuándo termina. Es mucha incertidumbre para todos, porque no sabíamos los cambios ni qué iba a pasar».

Las familias son igual de sufridoras que las personas que presentan el Trastorno del Espectro Autista. Villalba indica que «se lleva muy mal, es duro para la familia porque ves que ellos no están bien, y  muchos ante estas situaciones se ponen agresivos, ahora es una época complicada».

Desde TEA Talavera trabajan con 110 miembros, algunos de ellos familiares, y 70 personas de la ciudad y su comarca que reciben terapia o atención directa.