¡Vaya derbi!

J. M. Loeches
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El CD Toledo, muy mermado por las bajas, superó con un gol de Renato a un CD Villacañas que pudo haber salido con un algún punto

¡Vaya derbi! - Foto: Yolanda Lancha

Con toda la ristra de bajas, sabidas y escondidas, al CD Toledo le dio para apuntarse el derbi provincial. El CD Villacañas puede irse con la cabeza alta después de un partido de esmoquin y mono a partes iguales del que estuvo a punto de arrancar algo. En cualquier caso, el equipo rojillo volvió a casa dolido porque cree que hubo acciones controvertidas que pudieron crear otra historia el día de San Miguel.

El monólogo verde fue escandaloso. En ocho minutos, el conjunto de Manu Calleja tuvo mucho balón, mientras los rojillos esperaron atrás sin riesgos. Otra cosa es la nómina de ocasiones. Álvaro Antón dispuso de una faltita a la que Rodri respondió bien y Álex Jiménez se internó dentro del área.

Tardó trece minutos en levantarse de la siesta el Villacañas con una jugada ‘made in Chata’. La deRobben pero al revés. Voy por la izquierda, recorto y tiró con la derecha. El resultado fue un córner que luego no tuvo consecuencias para nadie. Insistió el ‘20’ por ahí y sacó otra acción a balón parado en la que, posteriormente, los de Lominchar reclamaron con fuerza una mano de Mario Serrano. Fue una pérdida de tiempo porque el CD Toledo montó el contragolpe rápidamente y, cuando parecía que Álex Cortell iba a finalizar la jugada, se la cedió a Álex Jiménez. En fuera de juego.

¡Vaya derbi!¡Vaya derbi! - Foto: Yolanda LanchaEsa alegría villacañera la estaba pagando con el estilo por el que se caracteriza este Toledo, la salida rápida y con espacios. Pero el Villacañas volvió a ordenarse como si tocaran a diana. Había que volver a la vía A, echar balones a los costados para entrar con velocidad y con centros al área. En torno al minuto 26 se pidió ahora una mano dentro del área del cuadro visitante. Para el árbitro, nada. La estrategia es otra arma que tiene bien trabajada el Toledo y, por ahí, Rodri se sacó un cabezazo que le detuvo su tocayo de la portería.

Ojo que el derbi estaba muy abierto y Chata volvió a evidenciarlo con otra salida hacia adentro que dejó solo a Manu Ruiz con dirección a la portería. Renato no tuvo elección. Le enganchó de la camiseta y amarilla. Pidieron la roja. Quizás excesivo. Ambos se mantuvieron a lo suyo. Sin dominar ninguno y con intercambio de golpes. Y sin puntería, que se olvidaba.

No era el CD Toledo habitual. Sin conexión entre jugadores y líneas y sirva un dato de ejemplo: Fran Montávez tocó dos balones en la primera parte. Mérito también de un CD Villacañas cerrado con criterio y valiente mirando a la portería contraria. Es más, en el minuto 44, Chata volvió a jugar al FIFA hasta cederle la pelota a Jaime Beamud en la derecha, que le cedió el balón después a Rubén Sánchez para que se metiera en el área. Su pase de la muerte encontró los puños de Olmedo.

Quien creó el guión de este derbi no planteó un segundo acto diferente. Chata, a lo suyo, y los de Calleja a intentar aproximarse con peligro para rematar alguna. Se vio algo más de intención con la entrada de Esparza por Mario Serrano y, mira por donde, al primer saque de esquina, con barullo y balón al palo incluido, Renato se sacó un zurdazo que pasó por las aceitosas manos de Rodri antes de superar la línea de gol. Muchos estaban ya con Rubén Moreno en la mente. Y con todos esos tópicos de la impaciencia con un deporte imprevisible. Casi que es ciencia que el CD Toledo tiene más pegada que el CD Villacañas. A otra cosa. Era el minuto 50, por cierto.

Y hablando de clichés, siete después del tanto, pudo haber un gol fantasma de Manu Ruiz, o eso reclamaron desde el Villacañas, que Olmedo lo había sacado ya de dentro. Los verdes tenían algo más de control y, sobre todo, la posibilidad de contragolpear en cuanto el rival se descuidase.

Por esto, Calleja metió frescura por dentro con César Ortiz, para probarle de nuevo como mediocentro y luego a Álex Alonso para que descanse Javi Robles. Fernando Lominchar también hizo sus modificaciones y optó por Carlos Díaz y Alfredo Ramos, ya para irse a la desesperada, aunque faltaban todavía más de quince minutos.

Por la necesidad, el equipo villacañero es el que saltó a la palestra y tuvo una primera aproximación con Alfredo Ramos, pero su lanzamiento, que parecía con peligro, salió desviado. Replicó el Toledo para buscar el segundo y se quedó muy cerca por un balón filtrado a Álvaro Antón que se dio contra Rodri.

A falta de seis minutos, ya no le quedaba más remedio a Lominchar que sacar a sus soldados de primera línea y con Amaya lesionado (tiene mala pinta), sacó a Antonio. Apretó bastante y hasta metió un poco el miedo en el cuerpo, pero al final Álex Cortell fue el que tuvo la más clara para poner el 2-0. Se entró en el descuento con incertidumbre pero con interrupciones que parecían decantar el derbi provincial para los de casa. No obstante, una falta lateral, ya en el descuento, trajo el suspense. Nada más.