San José Obrero adelanta la pasión

J. Monroy
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El Rojas se llena en «el adelanto de la Semana Santa», la obra de La Pasión representada por más de cien personas de la parroquia de San José Obrero del Polígono

San José Obrero adelanta la pasión - Foto: David Pérez

Como no podía ser de otra manera, la historia de la Pasión de la parroquia de San José Obrero comienza con un pequeño Jesús, jugando con sus amigos, a los que alecciona su padre terrenal sobre las enseñanzas de Dios. Tras otras vivencias, recogidas en la Biblia, todo pasa por la Última Cena, la Pasión y, finalmente, la Resurrección. Personajes como el Demonio están inspirados en la película de Mel Gibson, de la que se toma la banda sonora; todo ello siempre con un guión aprobado por la Conferencia Episcopal.

Por undécimo año consecutivo esta parroquia del Polígono viene representando estos capítulos, en los que intervienen ya 103 personas, incluidos muchos niños, y que se desarrolla a lo largo de casi tres horas de escena. Lo ha hecho este miércoles en el teatro de Rojas, en lo que ha sido sólo una de las siete representaciones; eso sí, apuntó el párroco José Antonio Jiménez, ‘Quillo’, esta actuación supone la llegada al centro cultural de la ciudad, y un adelanto a su Semana Santa. Las entradas se vendieron en veinte minutos. Las otras seis representaciones se hacen en la propia parroquia, a lo largo de dos fines de semana.

Emotivo momento. La representación en el Rojas ha sido además muy emotiva para todos sus participantes por el momento en el que se hace. Fue con la llegada de ‘Quillo’ a la parroquia cuando comenzó una primera representación, que pronto cogieron como directores Víctor, además actor principal, y su mujer María. Entonces no tenían niños. Ahora son dos, y está a punto de que llegue el tercero, motivo por el que ella no pudo estar en escena. De forma que, recordaba el otro día la pareja al párroco, la obra se lleva representando ya durante una generación.

Empezaron cuarenta personas y ahora son 103. Siempre hay representaciones en el barrio, con un sabor muy familiar y de catequesis. Al final, con los cinco euros de entradas de las siete representaciones, hay suficiente para el atrezo, ayuda a la parroquia, otra a las misiones de Moyobamba, y otra al comedor en Perú de las monjas Siervas del Evangelio, vecinas de San José Obrero.