El legado de Alfonso X, en 200 piezas

Mario G. Gutiérrez
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La capital regional se encuentra inmersa en la celebración del VIII centenario del nacimiento de Alfonso X el Sabio. El eje central de la efeméride será la gran exposición que se celebrará del 14 marzo al 19 de junio en el Museo de Santa Cruz

La corona de los Camafeos, que se conserva en el Museo de los Tapices es una de las ‘joyas’ de la muestra. - Foto: David Blázquez

Toledo ya ha despejado la X que impulsará la recuperación económica y social de la capital regional de Castilla-La Mancha. Una revitalización diseñada desde la cultura de la que se beneficiarán sectores tan importantes en la ciudad como castigados por la pandemia como son turismo y la hostelería.

«Alfonso X, el rey sabio, que puso a Toledo a la vanguardia del saber científico, político y cultural de la Edad media regresa ochocientos años después para situar de nuevo a Toledo, su ciudad natal, como zona cero del patrimonio mundial», subraya la alcaldesa de Toledo, Milagros Tolón.

El eje central de la efeméride será la gran exposición que se celebrará del 14 marzo al 19 de junio de este año en el toledano Museo de Santa Cruz y que ha sido concebida para poner de relieve la transcendencia de un rey moderno, europeísta, integrador, apasionado de las ciencias y de la cultura y, sobre todo, toledano.

Libro del saber de astrología.Libro del saber de astrología. - Foto: David BlázquezLa muestra, comisariada por Ricardo Izquierdo, reunirá cerca de doscientas piezas, procedentes de un medio centenar de entidades prestadoras de ámbito nacional e internacional como la Biblioteca Nacional, el Museo del Prado, Patrimonio Nacional, La Alhambra de Granada, la Catedral de Santiago, el burgalés Monasterio de las Huelgas o las Bibliotecas Nacionales de Francia, Gran Bretaña, y del Vaticano, entre otras.

El guión expositivo de la muestra, que se espera que sea inaugurada por los reyes, se estructura en seis apartados: Alfonso X, el sabio, un rey europeo; Alfonso Infante (1221-1252): el Rey Gobernante (1252-1284); el Rey sapiens; el final del reinado en la que se refleja la crisis sucesoria, la muerte del Rey  y a su sucesor Sancho IV. La última parte de la exposición analiza la figura del rey sabio desde la posteridad.

Entre las más de 180 piezas destaca el Libro del Saber de Astrología, un códice del siglo XIIIque se conserva en la Biblioteca Histórica Marqués de Valdecilla de la Universidad Complutense de Madrid y las Cantigas de Santa María. El Códice de Toledo, de mediados del siglo XIII, ha sido cedido por la Biblioteca Nacional de España. 

Cantigas de Santa María.Cantigas de Santa María. - Foto: David BlázquezLas cantigas eran poesías, cantadas por juglares, cuya letra y música estaban compuestas por trovadores. Las Cantigas de Santa María, mandadas componer por Alfonso X a lo largo de su reinado, constituyen un conjunto de aproximadamente 420 composiciones escritas en galaico-portugués. Están dedicadas a la Virgen María y a milagros producidos por su intervención. El propio rey fue autor de algunas de ellas, presentándose así como un rey-trovador. Se encuentran recogidas en cuatro códices de fechas y contenidos diferentes: Códice de Toledo (Madrid, BNE, MSS 10069), Códice Rico (Escorial, T-I-1), Códice de los Músicos (Escorial, b-I-2) y Códice de Florencia (Florencia, BNC, BR 20).

Otra de las joyas de la exposición es la Bula del papa Alejandro IV, que está fechada el 6 de abril de 1255, confirmando el Estudio General de Salamanca  que viaja desde el Archivo de la Universidad de Salamanca hasta la ciudad de Toledo.

Una de las piezas textiles más significativas es la Casulla del infante don Sancho de Aragón, arzobispo de Toledo. De extraordinaria calidad, esta vestimenta eclesiástica reúne las armas de Castilla, Aragón y las águilas negras de la familia Staufen, a la que pertenecía la madre de Alfonso X, Beatriz de Suabia. La rica tela fue probablemente un regalo de Alfonso X a su cuñado don Sancho, hijo de Jaime I de Aragón, que fue arzobispo de Toledo (1266-1275). En la actualidad se encuentra en el Museo de los Tapices de la catedral Primada de España.

Por último, también resulta destacable la Corona de los Camafeos, que 'esconde' una bonita historia.   El sepulcro de Sancho IV en la Catedral de Toledo se abrió en 1947. Entre los restos más significativos de su ajuar mortuorio se encontraban la corona con la que había sido enterrado, una espada con su vaina y unos acicates. La corona -de gran valor histórico, pues es la única que se conserva de un rey medieval hispano- muy posiblemente perteneciera a su padre Alfonso X, ya que en su testamento del año 1282 este legaba a su heredero «las coronas con las piedras e con los camafeos».