«Me consta que la Guardia Civil no ha tirado la toalla»

J.M.
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Roberto García Solana desapareció hace hoy dos años en Casarrubios del Monte. Los familiares confían en que haya avances en las pesquisas sobre el paradero

«Me consta que la Guardia Civil no ha tirado la toalla»

Roberto García Solana desapareció el 18 de febrero de 2019, hace ahora justo dos años y nada se sabe de su paradero desde entonces. «Me consta que la Guardia Civil no ha tirado la toalla», comentaba ayer a este diario la sobrina, Almudena García, que encabezó hace un año una concentración en la plaza de España de Casarrubios del Monte. Las limitaciones sanitarias por la Covid-19 han imposibilitado un acto de recuerdo similar al extrabajador del Consistorio sagreño que se había jubilado menos de un año antes de ese 18 de febrero.

«Esperanzas de tenerle con vida no nos quedan», reconoce Almudena, quien tomó el relevo de su padre, fallecido en diciembre de 2019, como portavoz de la familia. Los allegados de Roberto García esperan que haya algún avance en una investigación que se centró en un individuo que llegó a estar varios meses en prisión como sospechoso de la desaparición. El hombre permaneció en la cárcel de Ocaña desde el 25 de mayo hasta el 16 de septiembre de 2019, y posteriormente quedó en libertad. «Espero que no se le quite el ojo de encima», declaraba la sobrina hace un año en la concentración.

La familia tiene constancia de que los agentes siguen revisando los términos municipales de Casarrubios del Monte y El Álamo, vecino municipio madrileño donde apareció el vehículo de Roberto mal estacionado días después de ese 18 de febrero de 2019. Asimismo, los allegados continúan buscando por lugares para intentar encontrar a Roberto.

Los lemas ‘Todos somos Roberto’, ‘Te vamos a encontrar’ o ‘No te olvidamos’ se mezclaban el 18 de febrero de 2020 entre los convocados en la plaza de España. Roberto fue un vecino más de Casarrubios hasta ese 18 de febrero de 2019. Hacía menos de un año que se había jubilado y apenas cuatro meses desde que había vendido una propiedad por 30.000 euros.

Roberto García Solana vivía solo en el número 10 de la calle Postillón de Casarrubios del Monte, una vivienda de dos plantas a la que no ha vuelto este hombre de 64 años desde hace dos años. Los familiares sospecharon días después al encontrar el vehículo mal estacionado en la cercana localidad madrileña de El Álamo. La alarma tenía base. Más aún cuando se descubrió que había habido cuatro extracciones de dinero en sucursales con la tarjeta de este hombre con un montante total de 1.200 euros. Esta pista dio con el sospechoso mencionado anteriormente, quien vivía entonces en un edificio localizado a pocos metros de la casa.

La implicación de los vecinos de Casarrubios en la búsqueda de Roberto García ha quedado demostrada con la participación en las numerosas batidas organizadas por los alrededores de Casarrubios del Monte, las cuales complementaban las realizadas por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. La asociación SOS Desaparecidos mantiene el cartel que se distribuyó desde el inicio para tratar de conseguir pistas sobre el paradero de este hombre, quien mide 1,70 metros y tiene el pelo canoso.