El Mora obtuvo una victoria agónica, gracias a un gol de Carlos Díaz en los últimos minutos, y muy importante tras derrotar al Calvo Sotelo de Puertollano. El triunfo de la escuadra olivarera fue fundamental para seguir con aspiraciones para mantenerse en la categoría un curso más. Por su parte el Calvo Sotelo decepcionó aunque tuvo opciones para llegar al empate, y con este resultado se queda en zona de nadie, prácticamente con la temporada finiquitada, ni luchando por el ascenso ni por mantener la categoría.
El partido comenzó con acoso local, y ya en el minuto 3 se pudo poner el Mora con ventaja en el marcador como consecuencia de una falta a cargo de Butra, que remató Loaisa pero el meta rival, Kike Reguero, lo rechazó, pero de nuevo el central la cazó, pero esta vez sin acertar entre los tres palos. Tras este susto inicial, el Calvo Sotelo se estiró en busca del gol, si bien lo hizo con poco opción ofensiva, aún así Víctor rondó el gol antes de llegar al descanso, pero sin puntería. Estaba claro que las defensas se imponían a las delanteras.
Tras la reanudación el Mora redobló su pelea y disputó todos los balones como si fueran los últimos. En el minuto 50 un saque de esquina se paseó por la línea de gol de Reguero, pero que nadie acertó a empujar a la red. Poco después se le anuló un gol al Mora, de nuevo en una acción a balón parado a cargo de Butra. Esta vez era un centro sobre Loaisa, y este le cede el balón a Sergio de Diego para que remate a puerta logrando introducir el balón en la redes. Sin embargo, el colegiado conquense Fernández Añonuevo consideró que había habido fuera de juego y anulo el tanto. La parroquia local se enfadó mucho, pero la decisión ya estaba tomada.
A partir de ese momento el partido fue mucho más abierto, e incluso lo tuvo muy cerca el Calvo Sotelo para llevarse el gato al agua. Y en el minuto 82 llegó el único gol del partido.Una jugada personal de Carlos Díaz por la banda derecha fue culminada por él mismo con un disparo cruzado que dio en el segundo palo y entró a la portería. Prácticamente no se jugó lo que faltaba de tiempo.