La conexión de la A-42, a la altura de la Cuesta de Las Nieves con el nuevo hospital universitario de Toledo tiene un coste de 12 millones de euros. La cifra se puso sobre la mesa en la reunión a tres bandas que mantuvieron la pasada semana el Ministerio de Fomento, la Consejería de Fomento y el Ayuntamiento de Toledo para abordar la construcción de nuevos accesos a  una dotación hospitalaria, que entrará en funcionamiento en el primer semestre del año que viene. Este nuevo vial de doble calzada y de 1,7 kilómetros de longitud permitiría reducir la presión de tráfico sobre la N-400.

Los datos provienen de la redacción del anteproyecto licitado por la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha en diciembre de 2017, una vez que se retomaron las obras de construcción del hospital, paralizadas por el Gobierno de Cospedal. El acceso desde la Cuesta de Las Nieves a Vía Tarpeya aparecía reflejado en el anulado Plan de Ordenación Municipal a Toledo y formaba parte de las infraestructuras viarias diseñadas en su día para hacer más permeable las entradas y salida a la ciudad. La redacción del anteproyecto fue adjudicado a en mayo de 2018 a Ynypsa Informes y Proyectos por un valor e 103.820 euros. La redacción saló a concurso por 198.347 euros y se presentaron 12 empresas.

El director general de Carreteras del Gobierno regional, David Merino, presente en los dos encuentros a tres bandas mantenidos la semana pasada, trasladó que el anteproyecto está casi concluido y que la intención de la Consejería es sacarlo a información pública para acortar los plazos y se pueda licitar cuanto antes una vez haya un acuerdo político sobre su financiación. Un acuerdo que parece todavía lejano con un gobierno en funciones.

La Junta de Comunidades entiende que el ramal propuesto unirá una carretera estatal como la A-42 con una calle de la capital regional por lo que no es la administración que debe financiar la obra. Eso sí, la administración regional no descarta asumir parte del coste tal y como reconoció esta semana el consejero de Fomento, Nacho Hernando, que habló de «compromiso presupuestario» dentro de un clima de colaboración entre las tres instituciones. De momento, el Gobierno regional ya ha  asumido el coste del anteproyecto.

puente de azucaica. En las dos reuniones técnicas mantenidas hasta le fecha se han analizado otras alternativas para descongestionar de tráfico la N-400. Una de  ellas ha sido la construcción del puente sobre el Tajo que una los barrios de Azucaica y  Santa María de Benquerencia. No obstante,  esta alternativa parece condicionada por la anulación judicial del Plan de Ordenación Municipal (POM)de 2007. De hecho, habría que esperar a la aprobación del nuevo instrumento de planeamiento del que todavía no se conoce el avance, pese a que ya han pasado cuatro años desde que el equipo de Gobierno de la ciudad anunciara los primeros pasos para su redacción.

Asimismo, el Ministerio de Fomento desenterró alguna alternativa que lleva varios años en un cajón y que sería más rápida de ejecutar por lo que las tres administraciones se han emplazado a nuevas reuniones tanto técnicas como políticas para acordar la financiación.

Sea como sea, todo parece indicar que ninguna de las alternativas para acceder al nuevo hospital desde otro carretera que no sea la N-400 no estarán listas para la inauguración del centro prevista para finales del primer semestre del año que viene.

El asunto no es baladí porque el estudio de movilidad realizado por el Gobierno regional de Cospedal allá por 2013 estipulaba que el nuevo centro hospitalario de la ciudad generaría un volumen de tráfico de más de 10.000 vehículos al día cuando estuviera completamente operativo. De ellos, 3.077 pertenecerán a los empleados, 5.384 a pacientes y familiares, 308 a vehículos de urgencia, 79 y 1.742 a consultas. El informe llega a la conclusión de que la rotonda de intersección entre Vía Tarpeya, la avenida de Boladiez y la entrada al centro comercial tendrá problemas a las ocho de la mañana, cuando coincidirá la entrada de los trabajadores del hospital con la del resto de empleados de esta zona del Polígono.

El nuevo hospital prestará servicio a unas 434.186 personas de treinta municipios de la provincia de Toledo que forman parte del Área de Salud.