La tauromaquia no cesa en la provincia

Dominguín
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José Cabrera triunfa en La Pueblanueva, mientras que Aarón pierde los trofeos por los aceros. En Manzaneque Estrella Magán y Sergio Céspedes salen a hombros con buenos novillos de El Ventorrillo

Cabrera cortó cuatro orejas y un rabo en La Pueblanueva. - Foto: Carlos Pinto

Después de la vorágine de mediados de agosto, hay unos días que han congregado fiestas en diferentes puntos de la provincia. A la espera de la llegada del maratón del mes de septiembre, los festejos taurinos no han parado, donde sobre todo los protagonistas han sido en muchos sitios los toreros de la tierra.

Vamos a centrarnos en dos localidades distanciadas en lo geográfico y con distintos festejos. En La Pueblanueva, el Ayuntamiento dirigido por Pedro Gómez de la Hera, ha vuelto a tomar las riendas para organizar un festejo taurino en el que tuviera cabida el novillero local Aarón Rodríguez. Para ello programaron una novillada con picadores de cuatro reses en un mano a mano entre José Cabrera y Aarón. Eligieron astados de ‘El Torreón’, propiedad del matador de toros César Rincón, que tuvieron una presentación desigual en cuanto a morfología y seriedad, pero que en líneas generales facilitaron a los espadas el triunfo.

A la postre el invitado foráneo, José Cabrera, fuel el que se llevó el gato al agua. Tuvo dos actuaciones entregadas desde que aparecieron sus animales en el ruedo. Con la capa estuvo variado y solvente, sabiendo conducir a sus oponentes al son de sus muñecas.  Levantó a los espectadores con ambos tercios de banderillas, donde se le ven los recursos y facultades físicas que tiene. Luego con la muleta se entregó de principio a fin, con tandas ligadas por bajo, llevando al animal cosido y rematando siempre por pases de pecho de pitón a rabo. Los aciertos con los aceros en los dos novillos, le valió para llevarse al esportón dos orejas del que abrió plaza y las dos y el rabo del segundo de su lote, saliendo en hombros del coso portátil.

En Manzaneque salieron a hombros los dos novilleros.En Manzaneque salieron a hombros los dos novilleros. - Foto: Antonio AlmenaPor su parte el torero local Aarón Rodríguez, no tuvo su tarde. Era su segundo paseíllo con los del castoreño y se encontró que el primero en el sorteo se partió un pitón por la cepa al derrotar en un burladero. Corrió turno y saltó un colorado, altón que reponía constantemente y que le puso a prueba al espada toledano. Algún muletazo suelto, dejó para el deleite de sus paisanos, que le animaban en cada pase que instrumentaba. Se le atascaron los aceros y no lo vio hasta que salió prendido de fea manera. Acabó con el utrero y paso a la enfermería, donde se descartó una cornada. Un tanto entumecido salió a la plaza a matar al que cerraba el festejo, un utrero muy terciado y cómodo con él por momentos tuvo detalles brillantes de gusto y pellizco. Pero su cruz son los aceros, no lo ve y ello le hizo tirar por tierra el esfuerzo hecho en la plaza, siendo silenciadas sus dos actuaciones.

Por su parte en Manzaneque se ha celebrado la tradicional novillada con la lidia de reses de El Ventorrillo para Estrella Magán y Sergio Céspedes. A los noveles se les vio detalles y valor. La novillera de Toledo, recibió varios revolcones con el que abrió plaza y ni se miró, estuvo firme y animosa, matando a su astado al primer encuentro, saludando al respetable tras caer el animal. A su segundo lo toreo de manera variada, donde el valor y la firmeza fueron su fuerte. Estocada en lo alto al buen eral que fue premiado con la vuelta al ruedo llevándose las dos orejas que paseo ante el público. Por su parte Sergio Céspedes, novillero de Mora, fue todo disposición en su primero. A pesar de las carencias del novel, tiene cosas que te hacen esperanzarte con él. Sus dos faenas tuvieron temple, largura y colocación y le valió para salir en volandas con su compañera de cartel.