El Gobierno de Castilla-La Mancha, a través de su Dirección General de Salud Pública, confirmó ayer dos nuevos casos positivos por coronavirus en la comunidad, concretamente en Guadalajara, lo que deja la cifra oficial en 15 enfermos.

La provincia de la región más castigada por el covid-19 hasta la fecha está siendo Guadalajara, con un total de diez casos confirmados. Toledo cuenta actualmente con dos casos confirmados por el Sescam. Albacete con uno, y Almansa y Tomelloso con otro, respectivamente.

La previsión de las autoridades sanitarias es que el escenario empeore la próxima semana, y el número de positivos se incremente en toda la comunidad.

Con todo, a falta de ver subir o no la estadística de casos, la alerta sanitaria por el coronavirus está tiendo ya un impacto directo sobre uno de los principales motores económicos de la ciudad: el turismo.

No hay más que dar un paseo por las calles del Casco Histórico para comprobarlo. El eje Catedral-Zocodover por la calle Comercio es habitualmente por estas fechas un hervidero de turistas, principalmente extranjeros en los días de diario y nacionales (de Madrid), los fines de semana.

Entre el lunes y la jornada de ayer el número de visitantes internacionales ha caído alarmantemente en Toledo. China es uno de los principales emisores de turistas en la ciudad y la alerta por coronavirus se nota básicamente en los viajes programados por touroperadores. La habitual estampa de una caravana de turistas asiáticos pastoreada por un guía ha dejado de serlo estos días en el Casco. Las tiendas de damasquinos y los monumentos lo han notado en sus ventas de productos y entradas.

Además, y tal y como confirma a La Tribuna el vicepresidente de la Asociación de Propietarios y Gestores de Apartamentos y Viviendas de Uso Turístico de Castilla-La Mancha, Juan Francisco Javier Blanco, se han producido en las últimas semanas muchas cancelaciones de reservas, principalmente de ciudadanos estadounidenses.

Los norteamericanos se caracterizan con realizar sus reservas de pisos turísticos con mucha antelación, y la mayoría de sus asociados han registrado casos de cancelaciones con la misma excusa: miedo al coronavirus. Además, muchos de ellos comentan que viajan con personas mayores, lo que acrecienta el miedo a ser contagiados.

Las cancelaciones de reservas no se limitan únicamente a los apartamentos turísticos, ya que en los distintos hoteles de la ciudad también se están produciendo y, además, ha bajado la demanda de habitaciones.

Aunque aún es pronto para hablar de cifras, la propia consejera de Economía, Empresas y Empleo, Patricia Franco, admitió en el día de ayer a preguntas de los medios de comunicación que el «impacto» del coronavirus ya se está sintiendo en Castilla-La Mancha «en los ámbitos económicos, empresariales y turísticos», aunque recalcó que aún no se conoce la situación del turismo en la región de cara a la Semana Santa.

Ese impacto económico del coronavirus citado por Franco se está viendo especialmente en el sector agroalimentario de la región, debido al retraso o cancelación de «las principales ferias internacionales», como el Salón Gourmets o la Feria ProWein.