«Me gustaría grabar las sinfonías de Haydn de la Catedral»

Adolfo de Mingo
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El toledano Javier Ulises Illán dirigirá mañana sábado a la Joven Orquesta Nacional de España (JONDE). El concierto reúne a Haydn, Mozart y Beethoven con un hilo conductor: su interés por el poeta italiano Pietro Metastasio

Javier Illán (Toledo, 1981) retomará posteriormente la dirección de Nereydas y volverá a Suiza. Estará de vuelta en Toledo a comienzos de año.

Javier Ulises Illán (Toledo, 1981) dirigirá mañana sábado a la Joven Orquesta Nacional de España en el Teatro de Rojas. Delirios… ¡de concierto! es el título del evento, que reunirá a Mozart, Haydn y Beethoven alla italiana, es decir, los tres grandes compositores de la escuela vienesa unidos por su común interés hacia la obra del poeta y libretista Pietro Metastasio (1698-1782). Su actuación en Toledo pondrá fin a una gira que comenzó el pasado 16 de septiembre en el Auditorio Nacional de Madrid y que ha recorrido también las ciudades de Ávila, Soria y Albacete.

«Lo que llega al público de este III Encuentro de la Joven Orquesta Nacional es solo la parte performativa, artística, pero detrás hay un gran esfuerzo pedagógico», explica. Los casi cincuenta músicos que componen esta formación -por no hablar de los 1.200 que intentaron acceder a este programa- «son instrumentistas de primer nivel que se han estado formando con grandísimos músicos de fama mundial, como Peter Hanson, concertino de la Orchestre Révolutionnaire et Romantique». Para preparar este concierto han estudiado las partituras originales y aprendido las herramientas necesarias para interpretar a estos grandes representantes del clasicismo musical. «No es lo mismo ejecutar a Mahler o a Tchaikovsky que a Haydn», avisa el músico toledano.

Ha sido gracias a su trabajo con prestigiosos instrumentistas como Joaquín Riquelme (viola) y Luis Esnaola (violín) como los jóvenes miembros de la JONDE han potenciado «su capacidad de escucha, aprendiendo a formar parte de una orquesta acompañante». Según Javier Ulises Illán, «se trata de jóvenes con un talento excepcional, algunos de ellos ya alumnos de máster, interesados en conocer en profundidad cómo era la música compuesta hace doscientos años». Tanto el director toledano como José Luis Turina, director titular de la JONDE durante casi dos décadas, coinciden en la necesidad de proporcionar herramientas a los jóvenes músicos e investigadores musicales con el fin de que ellos «puedan contribuir también a revitalizar la música del pasado».

La obra del italiano Metastasio es el hilo conductor de Haydn, Mozart y Beethoven, cuya música supera fronteras y a veces llega a sonar mucho más cerca de lo que parece. Prueba de ello es L’isola disabitata, libreto que fue encargado a Metastasio por Farinelli -con música de Nicola Porpora, aunque finalmente acabaría siendo su responsable el compositor Giuseppe Bono- para ser interpretado en el Palacio de Aranjuez. «Entre las muchas óperas compuestas a partir de ese texto, casi treinta, hay una de Haydn en formato bastante parecido al que fue interpretado en Aranjuez, ya que el compositor vienés lo estrenó en un palacio de dimensiones bastante similares, el de Esterházy». Se da la coincidencia de que la soprano María Hinojosa, que actuará en Toledo el sábado, grabó en 2011 en Aranjuez la música de Giuseppe Bono tal y como fue interpretada en el siglo XVIII.

Haydn, explica Illán, es una de las asignaturas pendientes del Archivo Capitular de la Catedral de Toledo. «Allí se conservan varias de sus sinfonías, un programa que en el futuro me gustaría abordar. Y no hablo solamente de interpretarlas, sino de grabarlas». Son prueba, añade el músico, de la estrecha vinculación entre la Catedral de Toledo y la Corte de Madrid durante el siglo XVIII y buena parte del XIX. «Fue un compositor muy admirado y además muy longevo; su obra, como la de Mozart -el famoso Réquiem llegó a España apenas quince años después de su creación en 1791-, tuvo una recepción bastante temprana en nuestro país». Por aquel entonces, entre los siglos XVIII y XIX, eran músicos en Toledo figuras tan relevantes como Jaime Casellas, Juan Rosell y Francisco Juncá. «Llegaban los ecos de Haydn, pero también de Hummell, así como de compositores italianos como Francesco Corselli, el veterano maestro de la Capilla Real de Madrid».

Otro proyecto interesante para el futuro, avanza Javier Ulises Illán, «sería profundizar en la época en que empiezan a realizarse conciertos públicos en Toledo, tal como Josep Martínez Reinoso ha estudiado el panorama de Madrid en su tesis doctoral». Esta investigación supone «una base fantástica desde la que se podría estudiar cómo se produjo en Toledo el paso de escuchar música en cámaras privadas a hacerlo en plazas, a las que todo el mundo empezó a tener acceso».

Tal vez uno de los componentes de la Joven Orquesta Nacional de España recoja el guante y decida iniciar una investigación, recuperando las partituras que nuestros antepasados escuchaban en 1800, cuando se produjo la inauguración pública de la sede neoclásica de la Universidad de Toledo. «Son muy buenos», repite su director. «En estos días hemos tenido una convivencia no solo artística, que ha sido fabulosa, sino también muy humana. Músicos de toda España -nada que ver con el espectáculo político- compartiendo inquietudes e intercambiando experiencias. Todo un ejemplo, en unos tiempos en que la cultura, desgraciadamente, ni se menta en nuestro país».