Enero suele ser históricamente un mes de resaca laboral. El fin de las Navidades pasa factura a pesar de la temporada de rebajas invernales y eso se traduce siempre en un aumento de las cifras del desempleo. Pero este primer mes de 2021 no es para nada normal. No lo es por las circunstancias, inmersos en plena tercera ola de la pandemia, y tampoco lo es debido a las lógicas reservas que desde el sector servicios se llevan aplicando desde hace meses.

Y es que, a pesar de los anuncios lanzados desde el Gobierno de pasar unas navidades lo más normales posibles, la contratación no subió en estas pasadas fiestas como en años anteriores. Las restricciones de aforo, los cierres y la caída de demanda hicieron que no se contratara tanto personal, lo que en el fondo ha servido para que los datos conocidos ayer no sean tan bruscos como lo esperado.

Como prueba de esa menor contratación, en Toledo se firmaron en enero un total de 17.601 nuevos contratos laborales. Se trata de 354 menos que en diciembre, una caída del 1,97% en clima de pandemia, pero mucho más acusada si se compara con el mismo dato del año anterior, cuando se firmaron 3.442 contratos más que ahora. La comparativa arroja un descenso del 16,36% en la contratación respecto a 2020, cuando todavía no se hablaba en España de pandemia.

De esos nuevos contratos, 1.350 son indefinidos y 16.251 temporales, lo que suponen caídas del 31,33% en los primeros respecto a enero de 2020 y del 14,81% de los segundos con el mismo mes del pasado ejercicio.

De esta forma, con la contratación más que renqueante, Toledo cierra el primer mes de este movido 2021 con un total de 69.278 parados. La cifra es un 2,58% superior a la del mes pasado, lo que se traduce en 1.729 desempleados más para la provincia.

La brecha aumenta cuando se compara con el dato de enero de 2020, revelando que ahora hay 5.626 parados más en Toledo que hace un año, una subida del 8,84% del desempleo.

De esos 69.278 desempleados, el número de hombres en paro en Toledo es de 25.473 y el de mujeres alcanza los 43.805. Además, entre los jóvenes menores de 25 años hay un total de 6.033 parados de los que 2.988 son hombres y 3.045 mujeres.

Por sectores, de los desempleados que hay en la provincia de Toledo, 3.774 proceden del sector agrícola, 7.274 del industrial, 5.648 de la Construcción, 46.585 del de Servicios y 5.997 no presentaban empleo anterior. La mayor destrucción de empleo la encontramos un mes más en el sector servicios, que es el más castigado por las restricciones de la pandemia.

Por si todo este panorama no fuera lo suficientemente grave, no hay que olvidar que muchas empresas han aliviado la tremenda crisis económica que se cierne sobre el país gracias a los expedientes temporales de regulación de empleo, los ya tristemente famosos ERTES.

Al cierre del mes de enero, en la provincia de Toledo hay un total de 6.431 personas en ERTE. Aunque el rostro del paro en la provincia es claramente de mujer, en el caso de los expedientes temporales de regulación de empleo las cosas se igualan, ya que en Toledo hay ahora mismo 3.102 hombres en ERTE  frente a 2.329 mujeres.

Por último, en lo que respecta a la región, el número de parados en las oficinas de los servicios públicos de empleo en Castilla-La Mancha se situó al finalizar el pasado mes de enero en 192.205 personas, tras subir en 5.932 desempleados.