«Congelado en el tiempo» desde el año 2009

Lola Morán Fdez.
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Las primeras excavaciones arqueológicas en el yacimiento de Entretorres se llevaron a cabo en el año 2000. La última actuación en este espacio tuvo lugar hace ya once años

«Congelado en el tiempo» desde el año 2009 - Foto: Manu Reino

Fue en el año 2000 cuando comenzó el proyecto de investigación en este yacimiento, de la mano de Alberto Moraleda, Sergio Sánchez y Sergio Martínez Lillo. La última actuación arqueológica como tal se desarrolló en el año 2009, en la que el actual concejal de Patrimonio tuvo la ocasión de participar.

Desde entonces, el yacimiento de Entretorres «se ha quedado congelado en el tiempo» y, en la actualidad, se trabaja, de cara a próximos convenios y próximas actuaciones, para abordar «de forma seria» la consolidación de los restos visibles y, si la situación económica lo permite, dar continuidad a los trabajos arqueológicos, según señaló a este diario el concejal de Patrimonio, Sergio de la Llave.

El edil explicó que este yacimiento presenta un entorno arqueológico muy degradado si se compara además con otros espacios de la muralla. «Aquí parece que se ha utilizado como cantera, aqui la muralla ha sido prácticamente arrasada porque a lo largo de los siglos XVI al siglo XIX el Ayuntamiento fue otorgando diferentes licencias a los vecinos para extraer piedra destinada a la construcción», recordó. Así, precisó por ejemplo que la Puerta de Mérida y el primer tramo de Entretorres fueron demolidos y la piedra fue invertida en la construcción del cementerio municipal actual.

No obstante, precisamente este estado de la muralla en Entretorres «permite conocer su técnica constructiva, su evolución, y las diferentes actuaciones que ha tenido la muralla a lo largo del tiempo». Asimismo, el tramo de restos arqueológicos que se encuentra bajo la muralla, «da una lectura de cómo ha ido evolucionando este sector de la ciudad desde hace 2.000 años». Así, en este punto hay restos romanos de Caesarobriga, «la ciudad que presuntamente se funda en torno a comienzos de nuestra era en época de Augusto», como restos de viales y de alguna casa.

«Con posterioridad, sabemos que algunos espacios se reconvierten en lagares para la producción de aceite y vino», señaló el concejal, destacando la información que esto aporta acerca de la actividad económica que tuvo la ciudad en torno al siglo V aproximadamente d.C. Se completa con restos que aportan «infinidad de información» acerca ya de la llegada del mundo islámico, así como de todo el proceso de reforma del recinto amurallado.

Como dato curioso, el concejal señaló que en el sector de la Puerta de Mérida, junto a la calle San Clemente, se han podido documentar los restos del cementerio de la parroquia de San Clemente, demolida en el siglo XIX.

»Al final te da una lectura con hilo de continuidad que, en muchas ocasiones no es habitual, pero que en esta ocasión sí que podemos disponer de un pequeño libro que nos dé una lectura página por página de toda la evolución de la ciudad en esta zona», explicó. De ahí que, «desde el punto de vista de la investigación y de la historia de la ciudad, el yacimiento de Entretorres tiene un valor incalculable».