Las Jerónimas consolidará estructura y cubiertas

I.G.Villota
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El Consorcio destina casi 210.000 euros a una intervención que también mejorará la antigua chocolatería, el jardín y la huerta. Las obras durarán un máximo de seis meses

Claustro de las Jerónimas - Foto: Yolanda Lancha

El convento de las Jerónimas de San Pablo, del siglo XIV, fue restaurado en 2004 por el Consorcio de la Ciudad de Toledo. Este espacio, del que destaca su iglesia y su claustro, declarado Bien de Interés Cultural (BIC) en el Plan Especial del Casco Histórico, vivió entonces una rehabilitación integral con cerca de 600.000 euros de presupuesto. Ahora, 15 años después, el Consorcio se ha vuelto a acordar del edificio conventual, situado en la zona baja del Casco, cerca del río y frente a la ermita del Valle. Lo hará con una nueva intervención de mejora para consolidar su estructura, sus cubiertas, sus forjados, la mayoría de ellos afectados por termitas, y sus muros.

El organismo ha destinado esta vez un presupuesto de casi 210.000 euros a una actuación que también mejorará la antigua chocolatería, el jardín y la huerta del convento. Las obras están en proceso de licitación y las empresas interesadas en ejecutarlas tuvieron hasta este lunes, 18 de marzo, para presentar sus ofertas. Unas ofertas que después deberán ser estudiadas, de manera previa a la adjudicación de las mismas, que se puede realizar en un par de meses, atendiendo a los plazos de este tipo de procedimientos administrativos.

La actuación durará un máximo de seis meses, tal y como contempla el pliego de condiciones técnicas del proyecto, redactado por el estudio Bab Arquitectos Asociados, de Madrid, con Ignacio Barceló de Torres como arquitecto responsable del mismo.

El objetivo principal de la intervención es consolidar y estabilizar el edificio del extremo oeste del monasterio, y al mismo tiempo asegurar estructural y funcionalmente la cubierta de este edificio, así como transformar la distribución de la planta baja para mejorar su funcionalidad.

Además de lo anterior se han previsto algunas actuaciones en el patio o antiguo corral «que permitan un mejor uso, aprovechamiento y disfrute del mismo». Por último se ha incluido una intervención en la antigua chocolatería «que facilite su versatilidad y pueda adaptarse a distintos usos con el fin de conseguir un rendimiento y por tanto colabore en la sostenibilidad del conjunto», dice el proyecto.

Así las cosas, el almacén o trastero del jardín presenta problemas en el forjado del techo con vigas y viguetas que aparentemente están podridas. Mientras tanto, los muros, de mampostería y ladrillo, presentan faltas puntuales de material y rejuntados.

En el resto del forjado del techo de la planta sótano se observan los mismos problemas de pudrición de las viguetas, por lo que será necesario reforzarlo.

Más allá de las termitas, que se manifiestan en los agrietamientos y roturas de forjados, se ha detectado en el edificio el deterioro del muro central, que ha cedido de manera importante, motivo por el que el proyecto contempla la consolidación de los cimientos y el soporte de este pilar.

El forjado del suelo de la planta baja solo se podrá sanear parcialmente, según contempla el documento. Sí que se eliminarán las vigas y viguetas podridas, sustituyéndola por nuevas de manera laminada.

El proyecto también contempla el desmontaje de la cubierta para el saneado de sus apoyos para posteriormente reponerla.

Una vez consolidada y reforzada toda la estructura de muros, forjados y cubierta, se cambiará la distribución de la planta baja. La intervención arrancará eliminando los tabiques de los dos pasillos de la planta baja, incorporándolos a las estancias anejas, además de eliminar los tabiques de la escalerita del sótano sustituyéndolos por un tabicón de huevo doble.

La chocolatería. La actuación en el convento también se acuerda de la antigua chocolatería, que ya fue arreglada por la Diputación, pero que presenta importantes humedades. El objetivo, revela el proyecto, es «mejorar la condiciones actuales para alojar un uso terciario, ya sea de oficinas, comercial o de servicios». En definitiva se hará una limpieza en profundidad de bóvedas y pavimento, además de revisar las carpinterías sustituyendo los reflectores actuales de iluminación por tiras led para dar mayor continuidad y reducir el consumo.

También se sanearán los muros del patio de la chocolatería, se restaurará el bando corrido de fábrica de ladrillo y se pavimentará el patio mediante canto rodado. La pavimentación respetará la gran higuera central. Además está contemplada la plantación de dos cipreses para enmarcar la entrada de la chocolatería.

El jardín. Asimismo, el proyecto contempla la creación de «un jardín más ordenado y productivo». Para ello se han definido zonas de plantación de herbáceas y flores así como zonas de plantación de frutales (albaricoque, manzano, peral y azufaifo), esto últimos en la zona norte para no generar sombra sobre los parterres.

Se respetarán los árboles que hay actualmente en buen estado, como son el gran nogal, el almendro, un olivo, una parra, un granado y varios frutales cítricos. Pero se eliminarán los árboles «muertos y en mal estado».

El proyecto revela que en la actualidad el jardín tiene un problema de recogida de aguas de escorrentía y para solucionarlo se construirá un pozo-arquetón arenero que evite la generación de cárcavas y conduzca el agua a la red general de saneamiento.