Puede haber otros ámbitos en los que la brecha laboral entre hombres y mujeres sea más patente, pero es algo que también ocurre en la Administración Pública. Ante la cercanía del 8 de marzo, la Intersindical y CCOO se concentraron esta mañana ante la sede de Administraciones Públicas de la Junta para denunciar estas desigualdades, que se dan en todos los niveles.

Pasión Pérez Molina, de la Intersindical, comentó que se produce por ejemplo en los puestos de responsabilidad, en la que ellos son mayoría a pesar de que en la función pública hay más trabajadoras que trabajadores. «Estamos infrarrepresentadas en los niveles altos de la Administración», se quejó. Aunque no tiene un porcentaje exacto, calcula que las mujeres ocuparán entre el 20 y el 30% de los altos cargos. Señala que en el caso de la Educación hay muchas más profesoras, pero que ellos tienen más representación en los equipos directivos conforme se va avanzando en los niveles educativos.

Entre las causas apunta por un lado a los problemas para conciliar la vida laboral y familiar. También cree que es clave que muchos de los que eligen los nombramientos son hombres y seleccionan a otros hombres. Incluso no descarta que tenga mucho que ver que entre los altos cargos masculinos pueden hacer más contactos en ámbito extralaboral, algo que tienen más complicado las mujeres porque suelen asumir más carga de trabajo en el entorno familiar.

Pero no solo hay techos de cristal en la Administración. La desigualdad también llega a sectores feminizados en los que la Intersindical denuncia que hay «contratos precarios», como ocurre en el colectivo de auxiliares educativos, con contratos fijos-discontinuos y con jornadas parciales.

a por el segundo plan de igualdad. Pasión Pérez Molina contó que en estos momentos se está elaborando el II Plan de Igualdad de la Junta, aunque comentó que por el momento solo está avanzado uno de los ocho ejes que tendrá. Espera que sea más útil que el primer Plan de Igualdad, «que se quedó guardado en un cajón», apostilló.

Pero además de luchar por la igualdad en la función pública, piden que este compromiso se refuerce en la educación que se da en los más pequeños, pues se queja de que en los libros de texto parece que las mujeres no existen.