El jefe de Protección Civil de Illescas, Alberto Martínez, y el resto de los compañeros han coincidido hoy en un tanatorio para despedir a Alberto Alonso Lara, un voluntario de 25 años que llevaba 10 años colaborando de manera altruista con diferentes servicios de emergencias.

En Illescas, municipio con el que no tenía vínculo familiar ni personal, aterrizó hace cuatro años con el reinicio de la agrupación por su amistad con el jefe. "Ha sido un gran amigo. No ha parado de trabajar como voluntario", decía Alberto sin poder contener la emoción por su tocayo. Un accidente de tráfico ocurrido en la provincia de Valladolid acabó el miércoles con la vida de un motorista experto.

Precisamente, Alberto Alonso pertenecía a la unidad motorizada y tenía una dilatada experiencia en conducción de emergencias. "Su interés por ayudar a los demás estaba por encima de su vida personal. Ha trabajado horas y horas", explicaba su jefe, que lo conoció hace 10 años en el Samur de Madrid.

Alberto, quien trabajaba en el Canal de Isabel II, viajaba a Illescas cuando le correspondía por turno y desempeñaba un trabajo imprescindible, más aún con sus 10 años de experiencia. "Ha sido uno de los miembros más participativos durante la Covid", recordaba su jefe, quien destacaba que mientras la mayoría da pasos para atrás, "gente como Alberto lo daba para adelante", comenta el jefe, quien destaca que la labor desempeñada por las agrupaciones en la cobertura de la pandemia en cada población ha evidenciado la valía de los voluntarios. Este fin de semana, precisamente, el equipo de Illescas empieza a montar el equipo de guardia permanente 24 horas por la Covid-19.

Diferentes equipos de emergencias se desplazaron al tanatorio para rendir honores a Alberto, un ejemplo de la pasta de las agrupaciones de Protección Civil.

"Desde aquí nuestro más sentido pésame a su familia, a sus compañeros y compañeras de la Agrupación, y el reconocimiento a su labor, trabajo y dedicación al servicio de los demás", lamentaba el Ayuntamiento de Illescas en las redes sociales, con abundantes muestras de afecta y dolor de los vecinos. El equipo de Protección Civil de la localidad madrileña de Las Rozas mostraba también su consternación por el antiguo compañero.