Que la Accesibilidad se encuadre dentro de un estamento transversal, no una competencia de una concejalía única, «que esté o de relleno, o vinculada exclusivamente a los Servicios Sociales» es una de las tareas que ONCE pone al próximo equipo de Gobierno. Porque la Accesibilidad, advierte el gerente regional de Organización, Carlos Javier Hernández, «es un tema que compete a Urbanismo, que compete a Servicios», porque, por ejemplo, una web o una recepción, un servicio de ventanilla para la recaudación de impuestos tienen que ser accesibles. De ahí que no sólo al Ayuntamiento de Toledo, sino a cualquiera, ONCE le esté reclamando que la Accesibilidad sea una cuestión transversal, «y competencia, si no directamente de la Alcaldía, de una concejalía con competencias de decisión».

ONCE está en sintonía con las demandas de Cermi, que ha elaborado un documento, que ha hecho llegar a todas las agrupaciones políticas que acuden a las elecciones, tanto por la parte municipal, como autonómica.

Hernández destaca la propuesta de que cuando el Ayuntamiento haga un concurso público, asignación de servicios o adquisición de los mismos, en las bases concurrentes se fomenten las cláusulas sociales. La idea es que no sólo se tenga en cuenta el precio de un servicio, sino también las posibilidades, por ejemplo, de fomento del empleo de las personas con discapacidad, o que el servicio concurra respetando su empleabilidad. La idea es que si las actividades del Ayuntamiento son para todos, la accesibilidad se tenga en cuanta en los concursos, la formación y el empleo.

Otra cosa, finaliza Hernández, es que los distintos grupos incluyan en sus listas a alguna persona con discapacidad. Dependerá no sólo de la voluntad de los grupos, sino de que esta persona quiera. Pero que haya en el Ayuntamiento personas con discapacidad, «entendemos que eso también ayuda a que esa sensibilidad sea más próxima, aunque no garantice nada». Pero si un diez por ciento de la población tiene discapacidad, «sería un guiño para el electorado».