«La quema de neumáticos es nuestro día a día»

J. Monroy
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Los vecinos del cerro de los Palos denuncian que la quema de neumáticos, cables y electrodomésticos se produce con frecuencia. Muchos propietarios se han ido de la parcela, dejando la puerta abierta para evitar destrozos. Algunas fincas no tiene agua

Afortunadamente, apuntan parcelistas del cerro de los Palos, el viento sopló en sentido contrario el pasado miércoles, durante el incendio provocado en el poblado chabolista por la quema de neumáticos, y ni el humo, ni las llamas, llegaron a sus viviendas. Pero sin agua, y con el fluido eléctrico cortado por precaución, podría haber ocurrido una tragedia.

Es la segunda vez que se salvan de las llamas, tras el incendio que en junio de 2019 asoló Montesión, que precisamente comenzaba en aquella zona y se quedó a escasos cinco metros de afectarles. Entonces, como ahora, pidieron al Ayuntamiento suministro de agua potable para todas las viviendas. «Hay gente mayor viviendo aquí y tenemos que estar como antiguamente en Toledo, cargando agua en garrafas hasta para poder bañarnos», apuntan.

Lo peor es que justo a su lado hay una tubería que surte a Polán y Guadamur «y mientras se quemaba Montesión, hacían otra tubería de metro y medio para Puy du Fou».

«La quema de neumáticos es nuestro día a día»«La quema de neumáticos es nuestro día a día»En junio y septiembre, apuntan, solicitaron entrevistas con la concejal Noelia de la Cruz y en las últimas semanas han pedido verbalmente una entrevista con Tolón en Alcaldía para tratar el tema. «Ya no sé qué más tiene que pasar, hasta que no nos achicharremos, no nos van a dar agua», se lamentan.

Continuo sinvivir. La quema de neumáticos que provocó el incendio y la intensa humareda del miércoles, se lamentan los parcelistas, «por desgracia es el pan nuestro de cada día». Cuando no son neumático, son cables, o incluso electrodomésticos, «suponemos que pasa sacar el cobre también».  Así es todos los días.

De forma que cuando el miércoles les avisaron a las siete de la tarde desde San Cristóbal de que había humo en el poblado, no se asustaron, «estarán quemando los neumáticos, como todos los días». El problema que esta vez se les fue de las manos, y además los bomberos tardaron un buen rato, se lamentan. Después tuvieron que pasar tres o cuatro horas de llamas y denso humo negro, incluso sin luz.

Por lo demás, los parcelistas se quejan de que la situación del vecino poblado chabolista «no ha evolucionado en cuarenta años». Y aunque es cierto que llevan ocho meses algo más tranquilos, continúan los robos en sus parcelas. De los 120 que son, hay ocho o diez que se han ido de sus viviendas y dejan las puertas abiertas «para que ya que se te van a meter, por lo menos no hagan destrozos». Porque «se están llevando de las casas hasta los marcos de las ventanas, no sabemos para qué lo quieren».

El perímetro de basura, se lamentan, cada vez es más grande, con lavabos y electrodomésticos rotos, «y se lo están consintiendo, vemos pasividad y permisividad de las autoridades».