Una menor de 20 años fallecida este lunes ha sido la primera víctima mortal de la franja de edad de 10 a 19 años por coronavirus que se registra en Ciudad Real desde el inicio de la pandemia. Es la víctima más joven de una enfermedad que deja ya casi 1.800 defunciones en los casi ya dos años de pandemia.

Hasta esta semana, la provincia de Ciudad Real sumaba cinco muertes entre menores de 30 años por COVID-19. La última fue la de un hombre de entre 20 a 29 años, en noviembre del pasado año en un recuento que incluye a la médico ciudadrealeña Sara Bravo, la facultativa más joven muerta por COVID-19. Murió en marzo del año pasado y se contagió mientras trabajaba en el Centro de Salud de Mota del Cuervo, en la provincia de Cuenca. Tenía 28 años y falleció en el hospital de Alcázar de San Juan.

En lo que va de diciembre, y hasta este día 28, han muerto por SARS-CoV-2 seis personas, atendiendo a la recopilación de datos que ofrece el Instituto de Salud Carlos III, que se obtienen a partir de la declaración de los casos de COVID-19 a la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica (RENAVE). Salud Pública de Castilla-La Mancha aumenta en dos más el número de decesos por COVID-19, hasta los ocho, cifras similares a las registradas en los meses de octubre y noviembre en Ciudad Real.

Desde el inicio de la crisis sanitaria, la provincia alcanza los 1.800 fallecidos. Seis de cada diez de esas víctimas mortales por coronavirus tenían más de 80 años, entre los que la cifra de muertes asciende ya a más de 1.100. La mitad murieron solo en los meses de marzo y abril de 2020. El siguiente grupo de edad donde el COVID ha provocado más estragos es el de los que tienen entre 70 a 79 años, con 402 decesos. También la mitad de esas muertes se acumularon en los dos primeros meses de pandemia. En diciembre de este año, los mayores de 70 suman la mitad de las muertes por coronavirus.

Entre los menores de 40 años de la provincia se registra el 0,7 por ciento de las muertes por coronavirus, 14 desde marzo del pasado año.