«Los profesionales deben formarse para comunicar a un paciente que tiene cáncer»

L. M. / Talavera
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Chadia Chaouch es la autora de 'Corredora de la vida'

Chadia Chaouch, franco tunecina residente en Madrid desde hace 23 años, ha vencido al cáncer en dos ocasiones. Ahora, desde su experiencia, Chaouch quiere ayudar a pacientes que atraviesan su misma situación con la publicación de un libro titulado ‘Corredora de la vida. Cómo superar un cáncer’, y con charlas a profesionales de la Salud para mostrarles, desde el punto de vista de un paciente, cómo tratar desde el punto de vista humano a los afectados por esta enfermedad.

Usted ha superado el cáncer en dos ocasiones

Dos veces cáncer de mama, la primera vez en 2008 y luego en 2011. Agradecí mucho el apoyo de mi coordinador de la unidad de mama, el doctor José Ignacio Sánchez Méndez, de La Paz, que él sí supo acompañarme en todo ese proceso gracias a su profesionalidad y humanidad, y agradezco que la tengan también muchos médicos, es una vocación.

Ahora ha querido plasmar su experiencia en un libro en el que aborda la enfermedad desde su punto de vista como paciente

Sí, todo es desde mi experiencia como paciente, cómo lo he vivido y lo cuento en mi libro, que incluye prólogos de médicos del Hospital de la Paz, y en él cuento cómo cada profesional me ha ayudado en este camino. Los médicos, las enfermeras, los celadores, los cirujanos plásticos, recuerdo un anestesista que me cantó una canción antes de entrar en el quirófano, un simple detalle del trato humano ya entra en el corazón de otra forma. Recuerdo cómo los celadores silbaban y daban alegría, es que cuando estás en peligro todo tiene importancia, cualquier gesto, cualquier olor, cualquier mirada, cualquier suspiro, tiene un impacto en el paciente. Por eso es importante enseñar al profesional a manejar todo esto, la expresión, que es la que más se ve.

¿Qué es lo más importante?

Para mi es fundamental ese primer día en que llegas al hospital y se te da la noticia, el cómo, el dónde se da la noticia tiene un impacto en el paciente que puede hacer que incluso le dé un bajón y que se encuentre muy mal. Es decir, hay que formar a los profesionales de la Salud, a los médicos oncólogos, a saber decir la noticia. Conozco mucha gente con cáncer que está más afectada por cómo se lo dijeron en el pasillo, de una forma inadecuada, que por la propia enfermedad. Además, esto no hace más que generar aún más miedos, el cáncer está muy estigmatizado, cuando se oye la palabra te asustas, entonces el saber cómo decir esa palabra, que hay que decirla y pronunciarlo, es importante, tiene impacto.

¿Cuál es la forma más correcta de comunicarlo?

Primero, recibir al paciente con una mirada, con un tocar, con un mirar, con un llamar por su nombre, y luego informar de forma serena, sin tecnicismos, escuchar las dudas, los miedos de los pacientes. Creo que a través de una buena información bien comunicada se puede ayudar mucho a un paciente, decir ‘tienes un cáncer pero mira vamos a hacer esto a corto plazo, vamos a llevarlo a cabo, vamos a hacerte estas pruebas, estamos contigo, si tienes cualquier duda llámame’. Eso ya es un paso. He conocido pacientes que me han dicho, ‘oye, yo entré en la consulta y me dijeron ¿alguien se ha muerto de cáncer en tu familia?’ como primera pregunta antes de entrar, y eso pasa, es una realidad, es decir, es importante que quitemos ese miedo a los pacientes, al cáncer hay que tenerle respeto, no miedo.

Todo esto queda plasmado en su libro

Sí, lo estoy presentando por toda España, en él cuento todo mi recorrido y cómo empecé a correr carreras durante el cáncer. Corrí 76 kilómetros en Kenia con una medicación bastante delicada para el corazón, yo nunca había corrido. Es bueno para los pacientes con cáncer que hagan algún tipo de actividad física en la medida de lo posible, andar, pasear, es importante una actividad física porque te vas a volver más fuerte, la forma de ver la enfermedad va a ser mucho más positiva, te va a cambiar la mente sobre todo. A mi me enseñó que yo podía, además de adoptar unas pautas saludables para la hora de vivir, ahora sigo haciendo deporte, lo necesito.

¿Por qué empezó a correr?

Empecé en 2009, cuando estuve con los tratamientos de quimioterapia, porque engordé 35 kilos por la cortisona. No podía ni moverme y lo que yo quería era cambiar esta situación, quería salir de esto, y empecé a correr.

De ahí el título de su libro, ‘Corredora de la vida’

Con ello comparo la carrera mental contra el cáncer y la carrera física. En el libro cuento todo mi proceso físico, mental y espiritual.

Además de aportar su experiencia en este libro ahora da ponencias para profesionales sanitarios

Sí, he impartido hace poco mi primera charla al colectivo de enfermeras, también en La Paz, en el hospital de Alcázar de San Juan y en el Hospital de Talavera una charla a médicos y oncólogos. Aparte de esto, tengo un decálogo de vida con diez sugerencias escritas para el paciente con cáncer que se acompaña de un recuadro para que los pacientes y familiares escriban su pensamiento positivo y que se va colocando en diferentes salas de espera de Oncología. Está en los hospitales de La Paz, en el Ramón y Cajal, en el de Ávila y en el de Alcázar de San Juan. La idea es ir poniéndolo en muchos hospitales, a mi me gustaría que llegara a todos los hospitales de España. Los pacientes apuntan sus pensamientos positivos, los ven otros pacientes cuando están en la sala de espera y les da esperanza, porque la espera es un momento de mucha angustia y ver este decálogo ayuda. Esto forma parte de un contexto que es humanizar los hospitales.

Consejos

1 Sentir que la vida tiene sentido.

 Es necesario tener ilusiones y encontrar por qué y por quién vivir. Es importante dominar los miedos y resentimientos y pedir ayuda psicológica si es necesario. Expresar los sentimientos a amigos y especialistas puede ser de gran ayuda.

2 Vivir el momento, vivir el hoy.

 No pensar en el mañana ni en el pasado, ni en el futuro de la enfermedad y el tratamiento.

3 No imaginar los posibles efectos secundarios del tratamiento.

Cada mente y cada cuerpo son un mundo.

4 Intentar dar un paseo a diario.

Caminar ayuda a despejarse y estar en contacto con la naturaleza es muy positivo.

5 Agarrarse a algo que dé fuerza.

 La familia, los hijos o las creencias religiosas o espirituales son claves a la hora de mantenerse fuerte frente a la enfermedad.

6 Pensar que la enfermedad es una etapa más de la vida que empieza y termina.

Hay que disfrutar de todo lo bueno presente en la vida como los amigos y la familia y dedicar el tiempo libre a uno mismo y a las personas queridas.

7 Cuidar siempre el aspecto físico.

Aprender a quererse, y a pesar del tratamiento, mantenerse atractivo, son claves para mantener la autoestima en buen estado.

8 No comparar el proceso personal con ningún otro.

Cada proceso, cada persona, son únicos.

9 Reconciliarse con los aspectos pendientes.

Es saludable limar asperezas familiares o solucionar conflictos no resueltos y porqué no, cumplir deseos que se han ido postergando.

10 Visualizar que el cuerpo se sana.