La apuesta a Mayalde, un fijo en Gálvez

Dominguín
-

Los tres actuantes del festival se repartieron 9 orejas y un rabo, en una tarde entretenida donde los espadas se entregaron al público. Dos de los erales del Conde de Mayalde, fueron premiados con la vuelta al ruedo

La apuesta a Mayalde, un fijo en Gálvez

Cuando se comienzan a organizar los festejos taurinos en Gálvez, el Ayuntamiento lo tiene claro. Lo primero que hace es desplazarse a la finca cercana de ‘El Castañar’ a reseñar los novillos de sus fiestas. Esta apuesta que hace año tras año, les asegura el triunfo de los actuantes. Cada año los espadas van cambiando, pero los novillos no cambian de lugar y eso les viene saliendo muy bien desde hace ya varias ediciones.

En esta ocasión se programó un festival sin picadores muy atractivo con dos matadores de toros que se encuentran en un gran momento. Octavio Chacón y Gómez del Pilar, acompañados por el novillero Pedro Gallego. El final fue el más grande que se puede esperar de un festejo, los dos matadores y el mayoral de la casa ganadera, Juan Martín, en volandas del coso portátil.

Octavio Chacón que está realizando una temporada muy seria e importante, llegó a Gálvez a darlo todo. Realizó dos faenas de empaque y entrega refrendadas ambas con los aceros, cortando al final cuatro orejas de su lote de Mayalde. En concreto, al cuarto de la tarde lo recibió de maravilla con el capote, meciéndolo en sus telas con gusto. Invitó a su compañero de cartel a hacer un quite al alimón por chicuelinas, alborotando de manera superlativa al animado público. Con la muleta le toreó despacio, por bajo al natural, encandilando a los asistentes que llegaron incluso a pedir el indulto del eral. El siguió toreando y la gente loca animando con oles, hasta que dio en tierra el de Mayalde y cayeron en sus manos las dos orejas y vuelta al ruedo al eral.

Volvía a esta plaza el matador de Cedillo del Condado, Gómez del Pilar, que lleva un año interesante con compromisos de altura que le están posibilitando demostrar el buen concepto que tiene del toreo. Tuvo delante dos animales muy importantes, destacando el lidiado en quinto lugar, el segundo de su lote. Recibió con una larga cambiada a su primer animal junto a tablas, toreando con la capa variado y animosa, lo que dejo caldeado el ambiente para la faena fundamental. Otra vez rodilla en tierra y desde el centro del anillo llamo al de Mayalde que se vino con brío y fijeza, fue todo disposición y tuvo momentos de gusto y plasticidad en el segundo del festejo, que tras pasaportarlo le cortó las dos orejas. Pero donde vino el cenit fue en el quinto, ‘Andaluz’ herrado con el número 10.  Tras el torero de capote que fue creciendo en intensidad, dejó a los asistentes preparados para la mejor faena de la tarde. No se dejó nada en el tintero y el torero brotó por ambas manos. Tandas de derechazos suaves, por bajo y redondos y circulares de cara a la galería. Con la zurda no se quedó atrás y bajo la muleta arrastrándola por la arena al son de la embestida de ‘Andaluz’, fija y noble. del festejo, un derroche de bravura del eral del Conde de Mayalde, que supo aprovechar hasta el final, obteniendo las dos orejas y el rabo de su enemigo. El animal se le premió con hasta dos vueltas al ruedo muy jadeadas y aplaudidas por el público.

En el centro del festival, actuó el novillero Pedro Gallego, que cortó una oreja a un novillo que no fue colaborador de sus hermanos. Al final los matadores y el mayoral a hombros por la puerta grande y el público encantado con las grandes actuaciones y sobre todo con la apuesta segura del Ayuntamiento por esta casa ganadera toledana.