Los camposantos de la provincia sufren periódicamente actos delincuenciales o vandálicos que producen una honda consternación entre los habitantes. El último caso ha ocurrido esta misma semana en la comarca de los Montes de Toledo. Los vecinos de Polán que se congregaron el pasado martes en un entierro en el cementerio municipal descubrieron entristecidos que faltaban elementos de las tumbas. Concretamente, dieron la voz de alerta por la desaparición de los crucifijos de cobre. El recuento del Ayuntamiento polaneco ante la Guardia Civil da un total de 40 objetos sustraídos durante la noche anterior, tal y como detalló en declaraciones a este diario el alcalde, Alberto Virseda.

«Los vecinos están muy dolidos. Es más el dolor sentimental que el material», apuntó el regidor por los numerosos crucifijos robados. Uno de los asistentes al entierro advirtió de que faltaba uno de estos elementos de la tumba de un allegado y comenzó la preocupación, después de que el camposanto fuera objeto también de los ladrones hace unos cinco años.

El suceso se produjo en la parte más recóndita del cementerio de Polán, una localidad de unos 4.000 empadronados perteneciente a los Montes de Toledo. El Ayuntamiento presentó ayer la denuncia ante la Guardia Civil y durante la observación del lugar con la Policía Judicial llegaron a la conclusión de que los autores saltaron la valla del cementerio municipal. «El material es de cobre y lo pueden cambiar en el mercado negro en una chatarrería», precisó el alcalde. Así, el Consistorio ha solicitado por las redes sociales la colaboración de los vecinos para dar con la identidad de los autores, pero aún sin resultados.

El alcalde de Polán indicó en las declaraciones a este diario que barajan la posibilidad de instalar medidas de seguridad para intentar evitar sucesos parecidos en el lugar más respetado de este municipio de los Montes de Toledo.