Decisiones que te condenan

J. M. Loeches
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El CD Toledo está pagando con malos resultados una planificación en verano sin sentido y llena de lagunas y en la que los errores se han ido amontonando encima de la mesa

En las próximas semanas se esperan movimientos en la plantilla - Foto: David Pérez

Tener 9 puntos y marchar penúltimo no es producto de la casualidad. Detrás de esta condena que tiene encima el CD Toledo hay muchos errores, y no solo de unos meses atrás, quizás con anterioridad. Desde luego que la planificación de la plantilla no ha sido la idóneo. Hay azar en algunos movimientos, pero otros ya dejaban entrever que el riesgo podía comerse a la expectativa. Y si se van amontonando los yerros encima de la mesa… Miren la clasificación.

Plantilla descompensada

Es verdad que se heredó un equipo ya configurado, que se moldeó cuando se pudo sin miramientos, pero cuando se pudo adaptar a la categoría, no se logró compensar. Da la sensación que no hubo un criterio, ni siquiera el estilo del entonces entrenador. Carestía de centrales y abundancia de centrocampistas, muchos de ellos virtuosos, para un director de orquesta más bien tosco y reservado (futbolísticamente hablando).

Renovación prematura de Merino

Que venía el Alavés y había que retenerlo como fuera. El CD Toledo se encontraba en abril extremadamente cómodo como la manera de trabajar de Diego Merino, y por eso lo renovó dos años. Una hipotética más para un club al que precisamente no le sobran cargas. Y no es que el error se exponga en lo económico, es que si no se le hubiera tenido que liquidar y solventar su futuro, no se habría generado el culebrón que se generó. Ayudar no ayudó a lo deportivo. Desde luego.

Centrales

Antes de arrancar la Liga, ya se veía que el déficit en la línea defensiva era evidente. Faltaban centrales porque Mamau estaba jugando en esa posición, y sin acierto aparente. Se confió en Adrián Jiménez, del que se conocía su pronóstico. No iba a regresar hasta noviembre. Se dijo. Pero las urgencias 'obligaron' a forzarlo, y el desenlace ya lo conoce todo el mundo. Una lástima para un jugador de gran nivel, pero estando a su nivel. Y aportando. El apartado de César Ortiz, prácticamente lesionado desde la pretemporada, merece otro capítulo aparte.

Valentín y Víctor Andrés

No es por personalizar, pero ambos fueron los fichajes con más cartel. Quizás traídos por trayectoria más que por rendimiento. Y es que, nadie duda de la calidad de ambos, pero vinieron 'con la flecha hacia abajo' y cayeron en un equipo sin las cualidades que ellos necesitaban. Ni uno presentaba números de 'killer' (unos 45 oles en 140 partidos) ni el otro mostraba el carisma necesario para encajar con la afición y con el sistema de Diego Merino.

Nico Villafañe

Merece un capítulo propio porque no se entiende que un futbolista como él, que ya no participaba asiduamente en Tercera, entrarse en los planes para una categoría superior. Es una renovación por 'amiguismo', y ya pudo generar la dimisión del técnico, que no quiso 'tragar' con él. Encima, compromete una ficha sénior.

Portería

A veces, venir de una cantera como la del Atlético de Madrid y haber entrenado un día con el Cholo Simeone no es sinónimo de rendimiento. Solo la valía de Olmedo ha tapado el patinazo en la portería. Alex Dos Santos ha jugado poco y muy deficitario. No se entiende cuando tienes a Nico Herrero en el filial, que aporta lo mismo o más. Y es de la casa. Y cobra menos.

Álvaro Antón

¿Quién piensa que, visto lo visto, no hubiera aportado más que alguno de los nuevos fichajes? Llevaba años demostrando que vive por y para el CD Toledo y a balón parado hubiera sido un filón. Se le 'relegó' al cuerpo técnico en el último año de contrato.

Mansour y Sabaté

Los dos querían seguir de verde. Vale que el primero generó problemas, pero, a día de hoy, lleva los mismos goles que Migue García y Cédric (3). Del segundo, qué decir de uno de los más regulares de la anterior temporada. Versátil y con gol. También decisivo a balón parado. Ya se le ha sufrido como ex.

Difícil segunda vuelta

Con una jornada para concluir la segunda vuelta, se esperan cambios en la plantilla para corregir la tendencia, pero lo cierto es que de enero a mayo, el CD Toledo tendrá que llegar a una puntuación de campeón si quiere salvarse. Necesita, como mínimo, 34 de los 54 puntos que restan, para alcanzar esos 43 en los que puede estar fijado el objetivo. El líder actualmente tiene 32. Harto complicado, pero las matemáticas tienden cuerdas a las que engancharse.