La mejor Irene

J. M. Loeches
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La atleta toledana vive su momento más dulce en los obstáculos tras lograr la mínima olímpica y ahora va a por otro Campeonato de España y a meterse en la final del Mundial

La mejor Irene

«Estoy entrenando mejor que nunca». Irene Sánchez-Escribano viene a confirmar lo que sus marcas dicen en la pista. Tras lograr la mínima para los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, la toledana no se ha quedado sin objetivos, pero es verdad que los encarará con la tranquilidad de saber que el trabajo con el que se han enfocado sus entrenamientos se han plasmado en las competiciones.

La atleta del Adidas reconoce que ya lo ha asimilado, aunque le ha costado. «Sabía que estaba entrenando para estar por debajo de 9 minutos y 30 segundos, pero no es lo mismo cuando lo tienes», confiesa. Cuando viajó a la Diamond League de Birmingham (Reino Unido) veía «que era una buena oportunidad» para conseguirlo «porque había atletas mejores que yo». Y así fue, estuvo cerca de las mejores europeas con un registro de 9:27.53 que le otorga el billete para la capital japonesa.

Irene asegura que está «disfrutando mucho de la temporada», pero es consciente de que todavía queda camino por recorrer. Tiene ahora mismo la sexta mejor marca europea, lo que le acerca a las obstaculistas más destacadas del viejo continente. En este sentido se muestra prudente porque «todavía están lejos, la alemana y la noruega me sacaron siete segundos en los últimos 600 metros», explica. Además, como añade, «cada vez es más difícil limar segundos al cronómetro».

Todavía queda más de un mes para el Campeonato del Mundo de Doha (Catar) y la toledana se va a dejar ver por varias competiciones antes. Este domingo tomará parte en el Mitin de Madrid, en el estadio de Vallehermoso, aunque será en los 1.500 metros, una distancia que ha tenido aparcado en los últimos años. El 31 de agosto y el 1 de septiembre será el turno del Campeonato de España Absoluto, en La Nucía (Alicante), donde, obviamente, quiere revalidar el título en los 3.000 obstáculos. Ahora mismo no hay quien le haga sombra, pero irá con cautela porque «pueden pasar muchas cosas y las rivales mejorar su rendimiento».

Una vez en el Mundial, Sánchez-Escribano confía en estar otra vez por debajo de 9:30 en su semifinal para lograr la meta que se ha marcado: estar en la final. «Si llego en forma, creo que puedo repetir la marca», comenta. Sería otro sueño cumplido tras el del año pasado, cuando ya se clasificó para la final del Campeonato de Europa disputado en Berlín.

En cinco años desde que se pasó a los 3.000 obstáculos,  Irene Sánchez-Escribano ha reducido su registro en más de 45 segundos. Una barbaridad. «Esta prueba es diferente y hay que cogerla en tranquillo con el tiempo», admite. En realidad, desde 2016 es cuando se ha notado el mayor ‘bocado’ al cronómetro. La capitalina acabó la carrera de Medicina y ha tenido «más tiempo para entrenar y para descansar». Reconoce que antes le daba «más prioridad a los estudios» y que ahora «se nota que le dedico más tiempo al atletismo». En 2014, siendo problema, marcó 10:16.79. En 2015 pasó a 9:53.65 y en 2016, a 9:40.30. En 2018, en la final del Europeo de Berlín dejó su mejor marca en 9:31.84. Y el pasado domingo la dejó en 9:27.53.