Catar, clave en el acuerdo entre EEUU con los talibanes

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El país se convierte en escenario y mediador de la tregua firmada entre Washington y los insurgentes. El Gobierno ha participado en negociaciones en Sudán, Libia, Etiopía, Líbano o Palestina

Catar, clave en el acuerdo entre EEUU con los talibanes - Foto: Ibrahem Alomari

La relevancia que ha adquirido Catar como país clave en la paz entre Oriente y Occidente queda patente el pasado 29 de febrero, fecha en la que se firmó en su capital, Doha, el histórico acuerdo de paz entre Estados Unidos y los talibanes de Afganistán que conlleva la retirada de las fuerzas estadounidenses del país y el compromiso talibán de un alto el fuego y no realizar ataques desde territorio afgano a otros países.

Distintos medios internacionales destacaron la firma del histórico acuerdo en Catar, cuyo Gobierno desempeñó un papel esencial, no tanto como sede de la firma sino como mediador junto a otros actores internacionales. El emirato ha contribuido a la conquista del acuerdo actuando en diversos ámbitos, desde la representación gubernamental a organizaciones como el centro de estudios sobre conflictos y cuestiones humanitarias del Instituto de Doha, que ha marcado una hoja de ruta para las negociaciones.

Catar, pese a su pequeño tamaño (11.586 kilómetros cuadrado), ha logrado una importante influencia internacional, impulsando acciones destinadas a mantener la paz en la región y ha asumido el rol de mediador tanto regional como entre Oriente y Occidente, pese a que su situación geopolítica le haya ocasionado conflictos con países vecinos, principalmente por sus buenas relaciones con Irán, rival de Arabia Saudita.

Precisamente, su interlocución con el régimen de Teherán le convierte en el mejor mediador entre Irán y Estados Unidos, país con el que también mantiene buenas relaciones en todos los ámbitos desde el económico hasta el militar.

De hecho, Catar ya ha participado, aunque no siempre con éxito, en negociaciones en Yemen, Sudán, Libia, Eritrea, Etiopía, Líbano, Palestina o Darfur. Practicando una política exterior proactiva, a nivel mundial, ha conseguido que esa mediación internacional sea también una palanca de crecimiento e internacionalización.

Esta política exterior cuenta con activos que le otorgan un estatus como las inversiones financieras mundiales, a través del Fondo Soberano de Inversión de Catar; o el patrocinio de eventos deportivos, intelectuales y culturales. En este sentido, el Foro de Doha, que se celebra desde el año 2000 en la capital de Catar y en el que participan más de 100 países, ya es considerado como el Davos de Oriente Medio.

En su última edición celebrada en diciembre de 2019, el emir Tamin bin Hamad Al Thani puso énfasis en el incremento de problemas a nivel global como la pobreza, las guerras y el cambio climático: “No hay duda de que la humanidad está atravesando muchos desafíos difíciles, pero también hay una abundancia de bondad en la que se puede confiar. Por lo tanto, todos debemos conmemorar la bondad y los logros humanos donde sea que se encuentren”, afirmó en su intervención.

La diplomacia de Catar intentará ahora negociar y levantar el bloqueo que Bahréin, Egipto, Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos mantienen al país desde junio de 2017.