Las piscinas recuperan usuarios y rozan niveles de 2019

Lola Morán Fdez.
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El uso de las instalaciones sigue condicionado por las medidas sanitarias para hacer frente a la pandemia, aunque la cifra de bañistas ha crecido respecto a la registrada el verano anterior

Las piscinas recuperan usuarios y rozan niveles de 2019 - Foto: Manu Reino

Las piscinas municipales de Talavera están recuperando el nivel de usuarios previo a la pandemia, tras un 2020 que estuvo marcado por un descenso en las cifras de bañistas, pese a que la ciudad fue anfitriona para muchos vecinos de la comarca que vieron cómo el Covid impedía la apertura de sus propias instalaciones.

Este verano son más los talaveranos que se están animando a acudir a las piscinas de la ciudad para darse un chapuzón y refrescarse en las calurosas jornadas estivales propias de esta zona del centro peninsular, alejada de la costa pero próxima a parajes naturales con charcas de frías aguas.

Tal y como confirmó a La Tribuna el concejal de Deporte en Igualdad, Sergio Gutiérrez, el año pasado fue «muy tranquilo» en lo que respecta a usuarios, si bien este verano ya se está «prácticamente en datos del año 2019», último año antes de la pandemia del coronavirus.

En cualquier caso, se respeta en todo momento el aforo del 75% marcado por las autoridades sanitarias, pese a lo cual se puede hablar ya casi «del mismo número de usuarios que había antes de la pandemia».

Se cumplen también el resto de medidas sanitarias, como es el uso obligatorio de mascarilla fuera del agua cuando no se respete la distancia mínima de seguridad y cuando se acceda a una zona cerrada como baños o vestuarios.

Las zonas de césped están de nuevo parceladas, si bien cada parcela se puede utilizar por más de una persona, familia o grupo si en ella hay espacio suficiente para albergar a más personas, «siempre y cuando se respete la distancia mínima», fijada desde el Consistorio en más de los 1,5 metros que marca Sanidad «para prevenir».

Es la diferencia respecto al verano pasado, en el que no estaba permitido compartir parcelas, pero esta vez sí es posible a pesar de que se ha parcelado, medida adoptada sobre todo «para que la gente entienda que hay que respetar una distancia mínima».

Es algo que desde el Ayuntamiento recuerdan en cualquier caso a través de carteles repartidos por las instalaciones, en las que, por norma general, el respeto está marcando lo que llevamos de verano. Despistes con la mascarilla, saltos al agua sin las debidas precauciones hacia el resto de bañistas y cuestiones similares son los incidentes que, por el momento, se han registrado en este verano en el que la afluencia de público es «mucho mayor» que en el de 2020. Entonces, la tranquilidad era la tónica, mientras que en este año, «no tanto, pero hemos vuelto casi a valores de 2019».

Eso pese a que este verano los aforos están al 75%, ya que no se suele alcanzar este porcentaje de ocupación ni cuando no hay restricciones, según indicó el concejal. De todas las instalaciones, la de la Alameda es la que tiene más capacidad y, también, la que mayor número de bañistas recibe cada verano. Tras ella, la situada en el barrio de La Piedad es la segunda en cuanto a demanda por parte de los usuarios, aunque en capacidad está por delante de ella la situada en el barrio de Patrocinio.

Son tres piscina que, dadas sus dimensiones, aunque reúnan a muchos usuarios, «no se llega nunca a esos valores del 75%», algo que en ocasiones rozan otras más pequeñas, en especial los fines de semana, como pueden ser las del polideportivo José Ángel de Jesús Encinas o la del barrio de Santa María.

mejoras en las piscinas. De cara a esta temporada, como es habitual, se han llevado a cabo una serie de actuaciones para mejorar las instalaciones de las piscinas. Se ha actuado en vestuarios, pintura, fontanería y en la maquinaria, filtros, rejillas y azulejos de las piscinas, entre otras cuestiones.

Además, se llevan a cabo labores de limpieza y desinfección como medida para prevenir el coronavirus, algo que este año se puede realizar «de manera continuada» sin necesidad de compaginarlo con las horas en las que no haya usuarios, como sí había que hacer el verano pasado.

El horario de las piscinas por tanto es el habitual, y abren al público a las 12,15 para cerrar a las 20,45 horas. Antes y después, las instalaciones son utilizadas por clubes, escuelas y asociaciones para la práctica de natación.

Cuentan además con una plantilla de 60 personas contratadas para limpieza, desinfección, taquilla y ropero, y con otras cerca de 40 como socorristas.

Pese a esta vuelta en cierta manera a la normalidad, el concejal reiteró el llamamiento a la ciudadanía para que «siga colaborando en que se cumplan las medidas y tenga máxima precaución, ya no solo para evitar un contagio y un brote en la instalación, sino que se tengan que cerrar». Como recordó el edil, el verano pasado en los municipios de la comarca decidieron no abrir sus piscinas ante la pandemia, por lo que muchos vecinos de estas localidades se desplazaron hasta aquí para ir a la piscina. Un perfil que se da menos este año, en el que los propios talaveranos son los que más hacen uso de sus piscinas.