Se celebran en honor a la patrona, la virgen del Sagrario, pero no tienen una tradición importante en la ciudad, a diferencia del Corpus. Muchos aprovechan de hecho para irse de vacaciones en torno al día 15 de este mes. Pero estas fiestas de agosto ha habido movimiento en el recinto ferial La Peraleda, de hecho los feriantes, habitualmente críticos al quejarse de la falta de negocio en una plaza tan importante como Toledo, se han mostrado satisfechos. Además, pasarán a la historia por una pequeña gran iniciativa: la denominada ‘feria sin ruido’.
El Ayuntamiento recogió el guante de la Asociación de Personas con Autismo de Toledo (APAT) y promovió que el lunes durante dos horas, desde las ocho de la tarde y hasta las diez de la noche, las atracciones restringieran el sonido y ruido para evitar molestias y favorecer la tranquilidad de las personas y niños autistas que sufren hipersensibilidad a los estímulos de su entorno.
Además hicieron coincidir esta iniciativa con el ‘día del niño, jornada con atracciones a precio reducido, y llevando además los ‘Juegos Desconectados’, un centenar de juegos tradicionales de habilidad, destreza y deporte, al recinto ferial, para ‘conectar’, sin necesidad de wifi y cables, a pequeños y mayores.
La concejala de Festejos, Maite Puig, destacaba ayer la importante respuesta de los toledanos, calificando de «éxito» la asistencia de familias. «Todos los niños disfrutaron igual sin la música de las atracciones y en igualdad», comentó la edil, quien incidió en que el Ejecutivo local siempre estará abierto a las propuestas para conseguir una ciudad más inclusiva, motivo por el que se muestran abiertos a repetir la experiencia el próximo año.