Se trata de un edificio tan emblemático, no solo para los toledanos, que parece que lleva toda la vida ahí, de forma natural. Pero no. Lógicamente, alguien mandó construirla. Se hace referencia a la Catedral de Toledo, cuya primera piedra la puso Fernando III, padre del tan mencionado ahora Alfonso X 'El Sabio', en el año 1226. Por aquel entonces, el monarca nacido en Toledo tenía tan solo 4 años de edad, y durante su vida alcanzó a ver este proyecto hasta lo que ahora consideramos el Altar Mayor. Todos estos datos históricos sobre la Catedral fueron repasados esta tarde por el director del Instituto Teológico San Ildefonso, Francisco María Fernández. 

Durante esa cita en el Auditorio del Museo del Ejército, Fernández quiso incidir en separar el concepto de Catedral del edificio en sí que en nuestros días la sigue representando. Y es que antes de que comenzaran estas obras en 1226, documentos de épocas anteriores ya hacían referencia a la Catedral o a la «Iglesia de Toledo», elevándose como la principal de la ciudad. Algunas de estas menciones se dan en el año 285 como sede del primer Obispo del que hay constancia en la Ciudad, y que se llamaba Melancio, o incluso en el primer Concilio de Toledo en el año 400. Sin embargo, no fue hasta el año 1086 cuando Alfonso VI decretó que habría que restaurar la Catedral. No se hizo hasta dos siglos más tarde.

La moda de la época de comenzar a construir grandes templos góticos, sobre todo en Francia, empezó a coger fuerza, y más aún cuando se determinó que la Catedral de Toledo debía ser la Primada de todos los obispos españoles. Dictamen que cayó del lado toledano porque San Ildefonso aseguró haber visto a la Virgen en lo que era la Catedral de la época, según explicó Francisco María Fernández. Estos dos motivos son los que llevaron finalmente a construir el gran templo que hoy es la Catedral Primada de Toledo. 

Para llevar a cabo la obra se eligió lo que hasta entonces era la Mezquita Mayor de la ciudad, y sobre ella se empezó a construir de este a oeste hasta su demolición completa. «Llegó incluso a ocupar el espacio de barrios enteros de la ciudad». Por vincularlo aún más a Alfonso X, el primer documento de su construcción data de 1221, el mismo año en el que nació el posteriormente bautizado como 'El Sabio'.