Llegó el momento. Se apagan las luces del escenario, los asistentes al concierto esperan silenciosos el instante, mientras una imponente luz blanca empieza a palpitar bajo el sonido de una batería electrónica. Ahí es cuando cinco hombres con auriculares blancos en la cabeza comienzan su espectáculo. Los chicos de ‘La casa azul’ saltan al escenario definiendo su entrada con una de sus obras más reconocidas, ‘El momento’, en la que la pantalla juega un papel fundamental con la sensación tridimensional que transmite. Entre instrumentos electrónicos y voces editadas con sentido futurista, ‘La casa azul’ inició su show en mayúsculas para generar el asombro de los allí presentes.
Al margen de su música, ‘La casa azul’ debe gran parte de su éxito a la poderosa imagen que les acompaña. Visualmente, el recinto ferial quedó iluminado con numerosos colores y efectos ópticos, además de la ilustración de dibujos animados o paisajes. El grupo de electro pop mostró imágenes de series destacadas de animación como ‘Masters del Universo’, ‘Dragon Ball’, o ‘Mazinger Z’ para algunas de sus canciones, o la visualización aérea de un impactante paisaje para otras de sus obras. De hecho, llamó la atención de los asistentes que algunas de sus canciones sonaran con bases acústicas parecidas a las de bandas sonoras como la de ‘Dragon Ball’, o el grupo musical ‘Calle 13’.
Como en todo concierto musical, no todo son las canciones. El vocal principal de ‘La casa azul, Guille Milkyway, intentó ser cercano al público con varios monólogos entre tema y tema. Quizás, en exceso. Pero lo que sí demostró fue tener un lado muy humano. Guillermo se sinceró en alguna de las ocasiones al afirmar que “el mundo musical es una selva, con lugares muy agresivos, en los que no podría sobrevivir de no ser por mi equipo”. Abrazos y detalles cariñosos acompañaron este momento por parte de todo el equipo técnico. En el aspecto musical, Guille Milkyway abandonó la tónica inicial del concierto para mostrar una gran sesión individual a piano. Sentado y con un sonido a menos revoluciones musicales, el vocal de ‘La casa azul’ demostró la diversidad de su música, lo que les hace ocupar un lugar destacado en el sector ‘indie’ de nuestro país.
Más fotos:
La Peraleda se tiñe de azul - Foto: Ángeles Visdómine
La Peraleda se tiñe de azul - Foto: Ángeles Visdómine
Pese al buen ambiente creado en el concierto, lo mejor estaba por llegar. Y fue justo al final, el momento que todos los asistentes esperaban. Aquella canción que Guille Milkyway catalogó como “una oda universal al amor, sin tapujos”, ‘La revolución sexual’. El público enloqueció al escuchar su obra más reconocida hasta el punto de recibir más visitas procedentes del recinto ferial solo para vibrar con ese instante. Los integrantes de ‘La casa azul’ agradecieron el apoyo a esta canción que se ha convertido en todo un himno para el colectivo LGTBI, y para todos aquellos que aman la diversidad. Un final idóneo para el concierto, a la altura de lo que fue, una conexión excepcional con su público.