Enrique Sánchez Lubián

En el Camino

Enrique Sánchez Lubián


Testando

27/01/2022

Hace unos años, el periodista y pintor Fernando de Giles recordaba que la apertura de la Galería Tolmo en 1971 con una exposición de Rafael Canogar fue «un aldabonazo sin concesiones a la adormilada sociedad toledana para la que El Greco es el principio y fin de todas las cosas del arte». Medio siglo después de aquello, afortunadamente, mucho han cambiado esas 'cosas del arte' en Toledo, aunque a veces, como está ocurriendo con la escultura instalada en recuerdo a las víctimas de la Covid-19, ya vandalizada con la palabra 'sinvergüenza', cueste creerlo.
Cuando en mi última columna señalaba que esta obra de Canogar, además del simbolismo que entrañaba, podía servir para 'avanzar' en la relación de Toledo con el arte contemporáneo, dudé bastante si utilizar ese verbo o 'testar'. Como ahora vemos, cualquiera de los dos hubiera sido válido para dar sentido a cuanto quería expresar. Desde el primer minuto, 'Yacente', que así se llama la escultura, está sirviendo, también, para medir cómo parte de la sociedad toledana se relaciona con aquellas expresiones artísticas que van más allá de lo convencionalmente establecido, traspasando ese peculiar ensimismamiento con que algunos entienden nuestros valores patrimoniales, como si estos debieran ser inamovibles en el tiempo.
Toda escultura en la calle está expuesta a cualquier ataque. Algunos artistas, incluso, los consideran parte del proceso creativo y de adaptación al entorno donde se encuentran. Aunque la ralladura sobre la obra de Canogar apenas es visible, no puede minimizarse el daño. El uso de la palabra 'sinvergüenza', además, denota cierta intencionalidad que va más allá de una pueril gamberrada nocturna o una incívica falta de respeto a los bienes públicos.
A la par que esta agresión material, en las redes sociales se han prodigado opiniones a favor y en contra de la escultura, cuestionando estas últimas tanto el emplazamiento de la pieza (elegido por el propio autor), como denigrando su estética o minusvalorando al artista toledano. Sabido es que en estos ámbitos digitales desaguan muchas de las bilis e inquinas que nos corroen y también, por supuesto, que contra gustos no hay disputa. Por eso, aunque algunas de estas actitudes produzcan desasosiego, no deberíamos dejarnos enredar en trivialidades que empañen cuanto valioso transmite 'Yacente'.

ARCHIVADO EN: Arte, Toledo, Exposiciones, COVID-19